Aviaciondigital, Lidia Están, Albacete/Madrid – Momo Abós es esencial en el ‘Top Gun’ español. Sus últimos destinos: Jefe de Grupo de Fuerzas Aéreas ALA-14, Jefe de Grupo de Material ALA-14, Mando de operaciones-MOPS (J5) como Planificador de misiones nacionales e internacionales de nuestras FFAA´s, Oficial de Enlace en la US Navy para materiales de aviones F-18 y P-3 Orión, Instructor del C-101 en San Javier, Jefe, piloto e instructor de la Patrulla Águila, Piloto Instructor en la USAF en reactor T-38, Piloto de F-18 en el ALA-12 y piloto voluntario de la Fundación Infante de Orleans.
A las cualidades que se le presuponen al militar: rectitud, capacidad de sacrificio y tenacidad, quienes hemos tenido la suerte de conocerle apreciamos además su humildad, capacidad de escucha, precisión, paciencia y la inspiración que es liderar con el ejemplo.
— Vas a ascender y venir a Madrid… después de haber pasado por prácticamente todo lo que un militar del Aire puede aspirar a hacer…
— Es una etapa más en la carrera militar. Después de mi paso por el ALA-14 me toca volver a Madrid al Estado Mayor, es el ciclo natural para los oficiales.
— Siete Eurofighter y 130 personas a tu cargo ¿Qué supone y exige?
— Fue una experiencia extraordinaria. Estar al mando de una misión OTAN de Policía Aérea en el Báltico es una gran responsabilidad y a la vez un honor.
— ¿Cómo fue la misión de Kosovo? Suponemos que un gran reto.
— Fue mi “bautismo de fuego”. Tuve la suerte y el honor de volar en la primera misión de la Operación Allied Force en Kosovo. Siendo un joven teniente participé en una misión real de guerra para la cual nos preparamos a diario y a la que muy pocos nos toca volar. Recuerdo que mi padre, también piloto de caza del EA, me dijo: “Hijo, en 3 años de carrera has volado una misión que yo nunca he hecho en mis 40 años de servicio”.
— Oficial de Enlace entre el Ejército del Aire y la US Navy para la gestión de reparaciones y repuestos de materiales de aviones F-18 y P-3. ¿No es genial? ¿No tenías a veces la sensación de estar jugando con “los juguetes más chulos del mundo”?
— Ese destino me sirvió para poder ver el enorme esfuerzo que hace el EA para mantener sus aviones en vuelo. Muchas personas trabajan para asegurar la cadena logística y que los repuestos lleguen a las unidades. Es un trabajo que no tiene mucha visibilidad pero que es fundamental para mantener los aviones en condición de operativo. Trabajar con los americanos, una gran experiencia.
— ¿Cómo es que te fuiste a América? Tras años viviendo allí, ¿echabas algo de menos de España?
— En EEUU estuve en tres ocasiones. La primera de alumno haciendo el curso de T-38 en Laughling A.F.B. (1995), después fui de profesor de T-38 a esa misma base (2003-05) y finalmente en la Oficina Logística de Filadelfia (2011). En total estuve casi 6 años en total. De España echaba de menos todo, tenemos un país extraordinario. Lo valoras cuando te vas fuera y ves otros países y costumbres.
— ¿Te ha gustado la nueva película de Top Gun: Maverick?
— Tiene imágenes muy buenas de los F-18 en vuelo. En cuanto al argumento, bueno, es muy parecida a la de 1986 y se repiten cosas. En general sí me gusta, porque siendo piloto de caza te tiene que gustar.
— Te viene por tradición familiar ser aviador… (pero superando las pruebas más duras). ¿La saga va a continuar?
— Mi padre fue piloto de caza y por supuesto influyó en mi decisión de serlo también. Cuando tenía unos 8 años vi una exhibición de mi padre en un F-5 de Talavera que me impresionó mucho y tuvo mucho que ver en mi destino como aviador. Ninguno de mis 3 hijos tiene la intención de ser militar y piloto, así que no va a continuar la saga, al menos por ahora.
— Los cascos de visión nocturna y los trajes anti-G pesan. ¿No se pueden quitar o al menos aflojar en algún momento en cabina?
Para volar un caza, hay que llevar siempre puestos el casco y el traje anti-G. Es una cuestión de seguridad. El Anti-G te da un margen extra de aguante frente a las g´s (aceleraciones de la gravedad) en maniobras agresivas. El casco con sus visores diurno y nocturno también se lleva siempre. Es necesario para las comunicaciones y el oxígeno que entra por la mascarilla. El equipo que un piloto de caza lleva puesto al subirse a un avión ronda los 15 kgs. Sí que pesa, sí…
—¿Cómo es volar un Eurofighter?
— Es una experiencia extraordinaria y un privilegio poder volar este avión. Uno de los cazas más modernos del mundo y la columna vertebral de la defensa aérea en Europa. El avión es fácil de volar, lo complicado es manejar todos los sensores y sus capacidades de manera efectiva.
— ¿Cuál es tu avión favorito y por qué?
— Cada avión tiene su encanto para los que nos gusta volar. He tenido la suerte de volar muchos aviones distintos y el recuerdo de cada uno de ellos es bueno. Tengo cerca de 5.000 horas de vuelo repartidas entre el F-18, F-5, T-38, C-101 y Eurofighter.
— ¿Alguno que te gustaría probar?
— Siempre me ha gustado el F-15, desde que hacía maquetas de niño. Es un avión muy bonito que me gustaría volar.
— ¿Qué sientes cuando aprietas el pedal de arranque del T-6?
— Es volver a sentir la aviación romántica de la edad dorada de la aviación. El rugir de ese motor radial es algo único y extraordinario. Otra cosa es el trabajo que hay que hacer para conseguir arrancarlo, parezco el hombre orquesta dentro de la cabina.
— A alguien que hace un reabastecimiento en vuelo a oscuras… ¿se le cae algo alguna vez?
— Es una maniobra complicada pero el entrenamiento hace que pueda realizarse con seguridad. El adiestramiento de nuestros pilotos es continuo y hace posible el reabastecimiento diurno o nocturno en nuestros aviones o en cualquier avión cisterna de la OTAN. Es una muestra de interoperabilidad entre los países aliados.
— ¿Cómo fue ser Jefe de la Patrulla Águila?
— Otra etapa muy importante para mí. Estuve 5 años en la Patrulla. Un año de reserva, 3 años de Águila 6 (par) y un año de Jefe. Es un orgullo llevar los colores de la Bandera de España por todo el mundo. La Patrulla representa la profesionalidad, preparación, disciplina y destreza de todos los pilotos y demás profesionales del EA. Fue un orgullo poder mandar este equipo de grandes profesionales.
— ¿Te quedan secuelas físicas por las apreturas y aceleraciones
— Bueno, muchos pilotos de caza tenemos que asumir algunas secuelas debido a las fuerzas g’s que soportamos en el avión. La secuela más común son las hernias discales en la zona lumbar de la espalda. Ese es mi caso.
— Háblanos de tus condecoraciones, por favor.
— Las condecoraciones son un reconocimiento público a tu trabajo y una señal también de que te haces mayor. Todas tienen su importancia, pero quizás las más señaladas son aquellas que te dan por misiones reales: Bosnia, Kosovo, Yibuti y Lituania para el BAP. Emotiva también la concedida por la Fuerza Aérea de los EEUU por mis dos años como profesor de T-38 o las dos concedidas por las autoridades lituanas tras mi paso como Jefe del Destacamento Vilkas para la Policía Aérea en el Báltico.
— Muchas gracias por servirnos de inspiración.
— De nada, las Fuerzas Armadas y la sociedad española cuentan con mucha gente que nos puede inspirar a todos.