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octubre, lunes 7, 2024

Tte. Coronel del Aire Bayardo ‘Momo’ Abós: “Antes que piloto hay que ser militar”

Momo en el T-6, en la exhibición de julio de la FIO. FOTO: Juan Ignacio González Aguado

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Aviaciondigital, Lidia Están, Albacete/Madrid – Momo Abós es esencial en el ‘Top Gun’ español. Sus últimos destinos: Jefe de Grupo de Fuerzas Aéreas ALA-14, Jefe de Grupo de Material ALA-14, Mando de operaciones-MOPS (J5) como Planificador de misiones nacionales e internacionales de nuestras FFAA´s, Oficial de Enlace en la US Navy para materiales de aviones F-18 y P-3 Orión, Instructor del C-101 en San Javier, Jefe, piloto e instructor de la Patrulla Águila, Piloto Instructor en la USAF en reactor T-38, Piloto de F-18 en el ALA-12 y piloto voluntario de la Fundación Infante de Orleans.

A las cualidades que se le presuponen al militar: rectitud, capacidad de sacrificio y tenacidad, quienes hemos tenido la suerte de conocerle apreciamos además su humildad, capacidad de escucha, precisión, paciencia y la inspiración que es liderar con el ejemplo.

— Vas a ascender y venir a Madrid… después de haber pasado por prácticamente todo lo que un militar del Aire puede aspirar a hacer…

— Es una etapa más en la carrera militar. Después de mi paso por el ALA-14 me toca volver a Madrid al Estado Mayor, es el ciclo natural para los oficiales.

— Siete Eurofighter y 130 personas a tu cargo ¿Qué supone y exige?            

— Fue una experiencia extraordinaria. Estar al mando de una misión OTAN de Policía Aérea en el Báltico es una gran responsabilidad y a la vez un honor.

— ¿Cómo fue la misión de Kosovo? Suponemos que un gran reto.

— Fue mi “bautismo de fuego”. Tuve la suerte y el honor de volar en la primera misión de la Operación Allied Force en Kosovo. Siendo un joven teniente participé en una misión real de guerra para la cual nos preparamos a diario y a la que muy pocos nos toca volar. Recuerdo que mi padre, también piloto de caza del EA, me dijo: “Hijo, en 3 años de carrera has volado una misión que yo nunca he hecho en mis 40 años de servicio”.

— Oficial de Enlace entre el Ejército del Aire y la US Navy para la gestión de reparaciones y repuestos de materiales de aviones F-18 y P-3. ¿No es genial? ¿No tenías a veces la sensación de estar jugando con “los juguetes más chulos del mundo”?

— Ese destino me sirvió para poder ver el enorme esfuerzo que hace el EA para mantener sus aviones en vuelo. Muchas personas trabajan para asegurar la cadena logística y que los repuestos lleguen a las unidades. Es un trabajo que no tiene mucha visibilidad pero que es fundamental para mantener los aviones en condición de operativo. Trabajar con los americanos, una gran experiencia.

Los Enlaces permiten la colaboración de la OTAN. FOTO: Archivo de Momo Abós

— ¿Cómo es que te fuiste a América? Tras años viviendo allí, ¿echabas algo de menos de España?

— En EEUU estuve en tres ocasiones. La primera de alumno haciendo el curso de T-38 en Laughling A.F.B. (1995), después fui de profesor de T-38 a esa misma base (2003-05) y finalmente en la Oficina Logística de Filadelfia (2011). En total estuve casi 6 años en total. De España echaba de menos todo, tenemos un país extraordinario. Lo valoras cuando te vas fuera y ves otros países y costumbres.

¿Te ha gustado la nueva película de Top Gun: Maverick?

— Tiene imágenes muy buenas de los F-18 en vuelo. En cuanto al argumento, bueno, es muy parecida a la de 1986 y se repiten cosas. En general sí me gusta, porque siendo piloto de caza te tiene que gustar.

Te viene por tradición familiar ser aviador… (pero superando las pruebas más duras). ¿La saga va a continuar?

— Mi padre fue piloto de caza y por supuesto influyó en mi decisión de serlo también. Cuando tenía unos 8 años vi una exhibición de mi padre en un F-5 de Talavera que me impresionó mucho y tuvo mucho que ver en mi destino como aviador. Ninguno de mis 3 hijos tiene la intención de ser militar y piloto, así que no va a continuar la saga, al menos por ahora.

— Los cascos de visión nocturna y los trajes anti-G pesan. ¿No se pueden quitar o al menos aflojar en algún momento en cabina?

Tte. Coronel Momo Abós mostrando cascos de visión nocturna. FOTO: Nuria González Arroyo

Para volar un caza, hay que llevar siempre puestos el casco y el traje anti-G. Es una cuestión de seguridad. El Anti-G te da un margen extra de aguante frente a las g´s (aceleraciones de la gravedad) en maniobras agresivas. El casco con sus visores diurno y nocturno también se lleva siempre. Es necesario para las comunicaciones y el oxígeno que entra por la mascarilla. El equipo que un piloto de caza lleva puesto al subirse a un avión ronda los 15 kgs. Sí que pesa, sí…

—¿Cómo es volar un Eurofighter?

— Es una experiencia extraordinaria y un privilegio poder volar este avión. Uno de los cazas más modernos del mundo y la columna vertebral de la defensa aérea en Europa. El avión es fácil de volar, lo complicado es manejar todos los sensores y sus capacidades de manera efectiva.

EUROFIGHTER ‘Typhoon’ en la Base Aérea de Los Llanos (Albacete). FOTO: Lidia Están Arias

— ¿Cuál es tu avión favorito y por qué?

—  Cada avión tiene su encanto para los que nos gusta volar. He tenido la suerte de volar muchos aviones distintos y el recuerdo de cada uno de ellos es bueno. Tengo cerca de 5.000 horas de vuelo repartidas entre el F-18, F-5, T-38, C-101 y Eurofighter.

— ¿Alguno que te gustaría probar?

—  Siempre me ha gustado el F-15, desde que hacía maquetas de niño. Es un avión muy bonito que me gustaría volar.

— ¿Qué sientes cuando aprietas el pedal de arranque del T-6?

—  Es volver a sentir la aviación romántica de la edad dorada de la aviación. El rugir de ese motor radial es algo único y extraordinario. Otra cosa es el trabajo que hay que hacer para conseguir arrancarlo, parezco el hombre orquesta dentro de la cabina.

— A alguien que hace un reabastecimiento en vuelo a oscuras… ¿se le cae algo alguna vez?

—  Es una maniobra complicada pero el entrenamiento hace que pueda realizarse con seguridad. El adiestramiento de nuestros pilotos es continuo y hace posible el reabastecimiento diurno o nocturno en nuestros aviones o en cualquier avión cisterna de la OTAN. Es una muestra de interoperabilidad entre los países aliados.

— ¿Cómo fue ser Jefe de la Patrulla Águila?

—  Otra etapa muy importante para mí. Estuve 5 años en la Patrulla. Un año de reserva, 3 años de Águila 6 (par) y un año de Jefe. Es un orgullo llevar los colores de la Bandera de España por todo el mundo. La Patrulla representa la profesionalidad, preparación, disciplina y destreza de todos los pilotos y demás profesionales del EA. Fue un orgullo poder mandar este equipo de grandes profesionales.

La Patrulla Águila realizando vuelo acrobático con Momo. FOTO: Ejército del Aire

— ¿Te quedan secuelas físicas por las apreturas y aceleraciones

— Bueno, muchos pilotos de caza tenemos que asumir algunas secuelas debido a las fuerzas g’s que soportamos en el avión. La secuela más común son las hernias discales en la zona lumbar de la espalda. Ese es mi caso.

— Háblanos de tus condecoraciones, por favor.

Momo Abós presentando las Operaciones del EA y el ALA-14. FOTO: Lidia Están

— Las condecoraciones son un reconocimiento público a tu trabajo y una señal también de que te haces mayor. Todas tienen su importancia, pero quizás las más señaladas son aquellas que te dan por misiones reales: Bosnia, Kosovo, Yibuti y Lituania para el BAP. Emotiva también la concedida por la Fuerza Aérea de los EEUU por mis dos años como profesor de T-38 o las dos concedidas por las autoridades lituanas tras mi paso como Jefe del Destacamento Vilkas para la Policía Aérea en el Báltico.

— Muchas gracias por servirnos de inspiración.

— De nada, las Fuerzas Armadas y la sociedad española cuentan con mucha gente que nos puede inspirar a todos.

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