Madrid, SP.- IAG respira aliviado ante la posibilidad, cada vez más próxima de un Brexit duro, y el incierto futuro de las aerolíneas Iberia y Vueling, que ahora parece se disipa. Antonio Vázquez «se fumó un buen puro» para celebrarlo seguramente, al menos de forma metafórica, y así lo señalaba hoy ante la Junta de Accionistas. «IAG se siente a salvo», del resultado positivo de la evaluación realizada por la Autoridad española, DGAC y AESA, que es quien tenía que verificar y tienen la competencia delegada por la UE para hacerlo. La cuestión es si ambas compañías cumplían con la Normativa Comunitaria, que haga posible que sigan operando en los cielos de la UE, en el caso de producirse ese Brexit duro.
El visto bueno también se lo han dado a otras aerolíneas del Grupo de capital británico IAG. por las Autoridades de Irlanda, Francia y Austria. IAG, lógicamente se ha apresurado a remitírselo a la Comisión Europea. Los respectivos gobiernos, por tanto, incluida España, han otorgado a IAG el respaldo oficial a la continuidad de sus operaciones. Otra opción hubiera sido el abismo… también ha de tenerse en cuenta.
Teoricamente, salvo que la CE señale una vez recibido los informes de las distintas autoridades aeronáuticas, lo contrario, IAG será considerada una empresa no británica. Luego si no es británica, habrá que preguntarse por las implicaciones fiscales de dicha europeidad de IAG. La City puede que tiemble también en este sentido. Y Lufthansa o Air France es muy improbable que hagan la vista gorda al respecto. Muy al contrario.
Vázquez aplaudió la españolidad (ha de recordarse que la absorción por parte de IAG precisamente debe agradecerse al Sr.Vázquez entre otros, aunque también a Caja Madrid, máximo accionista de Iberia en ese momento), como no podía ser menos. Iberia y Vueling se jugaban nada menos que garantizarse la continuidad de los vuelos de aerolíneas con licencia europea. Habrá también que ver por ejemplo la opinión de Air Europa al respecto. El presidente de IAG señalaba que sería «inconcebible» que el preacuerdo saltara por los aires y pusiera en riesgo la conectividad Gran Bretaña-UE.
Pero la CE tendrá el ojo puesto en IAG, puesto que ésta tiene vetada actualmente la entrada de capital no comunitario en su accionariado, ya que un requisito para cumplir con la Normativa Europea al respecto, es que el 51% esté en manos de inversores UE. Por otra parte los denominados «derechos políticos» de Iberia están en manos españolas a través de El Corte Inglés y la sociedad Garanair (100%)
El Gobierno español se ha implicado muy directamente para demostrar esa españolidad de Iberia, sobre todo, ante Bruselas. Algunos analistas señalaban que no salían las cuentas, ya que IAG que controla el 100% de Iberia y Vueling y es también dueño de British Airways y Aer Lingus, están en manos sobre todo europeas. Sin embargo, no salen las cuentas. El 21,4% está en manos de Qatar Airways, otro 5,26% son del fondo estadounidense Europacific Growth. Y el resto, de minoritarios y accionistas que compran títulos en la Bolsa de Madrid o Londres. Si los ciudadanos británicos dejan de ser comunitarios, es complicado asegurar que más del 50% del control es de ciudadanos o empresas de la UE.
Iberia defendía la españolidad de la compañía aduciendo que la sede está en España, y porque una empresa muy española como El Corte Inglés la tenía «mayoritariamente» en sus manos.
Pero aquí surge otro enigma. Iberia tiene dos tipos de propietarios. El dueño de los derechos económicos, IAG. Pero cuando fue absorbida por IAG (otros lo calificaban de fusión) con British Airways, para garantizar la españolidad, pasando a ser propiedad al 100% de una sociedad llamada Ib Obco. Y aquí se separaron los derechos económicos de los de voto. La parte económica quedó al 100% en manos de IAG, y los políticos se repartieron al 49,9% de IAG y el 50,01% en manos de Garanair, que a día de hoy es 100% propiedad de El Corte Inglés. Luego El Corte Inglés, es decir la españolidad de Iberia, consiste en un 50,01% de derechos políticos, o de voto, de ECI, y hay que preguntarse por el resto, el 100% económico y 49,09% político en manos de IAG. Y de nuevo surge la cuestión en materia fiscal de cara a la UE.
Señalaba El País en enero: «Garanair, la empresa que controla la mayoría de los derechos de voto de Iberia, no tiene poder económico alguno sobre Iberia, y ni siquiera apenas vale nada (la conforman 7.000 acciones con valor en libros de 1 euro). Pero teóricamente controla el 50,01% de los derechos políticos de la aerolínea. Se fundó en 2010 y llegó a tener 9 consejeros. Ahora solo tiene un administrador único, Jorge Pont Sánchez, ejecutivo de El Corte Inglés y patrono en la Fundación Ramón Areces (principal accionista de los grandes almacenes). Tiene un empleado, según consta en el Registro Mercantil. Su cifra de negocio en las últimas cuentas registradas, de 2016, era de 608.000 euros. Y Garanair comparte domicilio social con El Corte Inglés, en la calle Hermosilla de Madrid»
Visión de Fomento
“Desde Fomento estamos convencidos de que Iberia es una compañía española, y también estamos convencidos de que, en caso necesario, la compañía acometerá los ajustes necesarios para asegurar el cumplimiento de la normativa europea”, explica el Ministerio.
Señalaba también El País que llegado un Brexit duro, el mantenimiento de la AOC de Iberia depende de quién la expide, es decir AESA, y ésta no ha expresado duda alguna sobre la españolidad de Iberia cuando en 2011 fué absorbida por British Airways. Pero existe la posibilidad de impugnación de esa declaración de españolidad tanto por parte de la Comisión Europea de Transportes o de los propios competidores de Iberia. El proceso sería muy prolongado, con lo que habría margen de maniobra para realizar correcciones. Pero la cuestión fiscal quedará aclarada en cualquier caso. Ahí es donde la CE se mostrará inflexible. Si es considerada europea, se deberá atener a las obligaciones de las compañías europeas en materia fiscal, y los atajos, paraísos, y demás subterfugios están bajo la atenta mirada de la UE. Más aún en este caso. Y allí la intercesión de Fomento poco tiene que decir.
Para finalizar señalar que hoy Vázquez habló de que «Iberia….., con una estructura de capital muy similar a la del resto de las compañías listadas en el Ibex, sin un propietario claro…», pero a la Autoridad Europea le debe estar ya chirriando eso de «sin un propietario claro»…