9 de junio de 2015.- Hoy me han dicho un par de caballeros en Tuister que los controladores aéreos somos administrativos de lujo, y que nuestro trabajo no supone un valor añadido. Vale, lo reconozco, me habéis pillado. En realidad mi día a día viene siendo tal que así…
– Palma, Avión 0725.
– Avión 0725, Palma, buenos días, le atiende la secretaria del Centro de Control ¿en qué le puedo ayudar?
– ¿Perdone?
– No, venga, va, perdone usted.
– Avión 0725 estamos llegando a LUNIK, en descenso para 200, régimen de descenso 1800 pies por minuto o superior.
– Sí, un momento por favor, va usted muy rápido. Decía régimen…
– Régimen de descenso de 1800 o superior ¿Pero es que no hay un controlador?
– Sí, claro, sólo que no aquí, yo soy la secretaria. Estoy tomando nota de todo y le paso su mensaje enseguida.
– ¿Cuál es nuestra llegada instrumental?
– La que quiera, tenemos un hilo musical genial.
– ¿Qué pista hay en servicio?
– Pues la del aeropuerto. ¿Le puedo preparar un café mientras espera? ¿Un vaso de agua? Nada más fuerte que está usted de servicio bribón.
– Qué atenta es usted coño. VAYA A BUSCAR AL CONTROLADOR YA.
– Avión 0725 no me grite, sólo estoy haciendo mi trabajo. O copio lo que usted me dicta o busco al controlador, para más no me da.
– Solicitamos más descenso.
– Y yo un aumento de sueldo, no me malinterprete, esta empresa es un asco con sus trabajadores.
– Descendiendo a FL150.
– Vale. Tomo nota.
– Aquí hay como veinte aviones más.
– Claro, Palma es un aeropuerto muy grande.
– Pero ¿dónde coño me pongo?
– ¿Ha dicho veinte? Si quiere puedo preparar unos memorandos y hacer copias para todos.
– Vamos a ver, mire un momento su pantalla ¿qué ve?
– Pues un documento de Word, una hoja de Excel, un mail de mi churri y el horóscopo.
Et ainsi de suite.
Si mi curro consistiese realmente en esto dormiría muchísimo mejor y fijo que me descojonaba el doble…