Alba Sanz/Aviación Digital, Sp.- Rusia podría estar detrás del derribo del avión Malaysia Airlines (MH17) ocurrido el 17 de julio de 2014, de acuerdo con un informe publicado por el equipo internacional (JIT) – conformado por expertos de los países de las víctimas- que continúan investigando este siniestro.
Según informan, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, habría autorizado el despliegue del sistema de defensa aérea en el este de Ucrania, incluyendo el lanzamisiles BUK, culpable de haber derribado la aeronave comercial que en ese momento sobrevolaba el cielo de Ucrania, transportando a 283 pasajeros que perdieron su vida.
Afirman que tienen pruebas de esta «luz verde» aprobada por Putin «después de que los separatistas solicitaran armas antiaéreas de mayor alcance». Señalan que existe «información concreta» de que se presentó «la petición de los separatistas al presidente», aunque «se desconoce si mencionaba explícitamente un sistema BUK». Lo que sí que se ha podido comprobar es que la respuesta del mandatario ruso «fue positiva» y «poco después, se entregaron los sistemas pesados de defensa aérea, incluido el BUK que luego derribó el MH17».
Sin embargo, a pesar de estos nuevos datos, continúan existiendo muy pocas pruebas para poder llevar a ante la justicia a los involucrados en el derribo. Denuncian que desde Rusia sigue sin existir cooperación para esclarecer lo ocurrido y que los propios testigos se niegan a declarar debido a que «temen por sus vidas» y el propio presidente Putin disfruta de «inmunidad presidencial», por lo que se han visto obligados a suspender la investigación de forma temporal, aunque el caso continúa abierto.
Derribo del MH17
La aeronave perteneciente a la aerolínea comercial Malaysia Airlines partió del aeropuerto de Ámsterdam-Schiphol con destino a Kuala Lumpur. Durante su trayecto fue derribado por un misil tierra-aire desde una zona controlada por las milicias prorrusas en la región separatista de Ucrania del Donbás (donde actualmente Putin domina las ciudades de Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y parte de Jersón tras su invasión iniciada en febrero del 2022).
Gracias a la investigación llevada a cabo por la JIT, a la que pertenecen Australia, Bélgica, Malasia, Países Bajos y Ucrania, se pudo iniciar una demanda judicial. De hecho, el pasado noviembre, dos ciudadanos rusos Igor Girkin y Sergey Dubinsky y el ucraniano Leonid Kharchenko fueron declarados «culpables» y condenados a cadena perpetua por la justicia de los Países Bajos.
Sin embargo, los acusados jamás llegaron a cumplir su condena ya que Rusia se negó a entregar a sus ciudadanos por lo que actualmente se les acusa, además, por «rebeldía».