Francisco Javier Marín, máximo responsable de los aeropuertos españoles de AENA, en la época de Blanco y Lema, está siendo investigado por el Juzgado de Instrucción nº47 de Madrid, en relación a dos cuentas corrientes de las que sería presuntamente titular, según revela el diario El Mundo. Fuentes consultadas por AD no salen de su asombro, teniendo en cuenta la imagen que Marín tiene entre distintos profesionales que le han tratado en estos años como responsable de los aeropuertos en España. La información de El Mundo, que indica está basada en un informe anónimo al que ha tenido acceso, debe tomarse en este caso muy especialmente, en aras a la presunción de inocencia, con todas las cautelas posibles, según informan a nuestro medio fuentes cercanas a la persona de referencia, que dudan mucho que sea así.
"Sería un varapalo considerable que se verifique lo que apunta el documento anónimo que ha considerado la instrucción judicial. Javier es una persona que, en principio, siempre ha sabido mantenerse por encima de la mala imagen que algunos responsables del Ente han tenido entre los profesionales. Por esto es precisamente por lo que resulta increíble. Es una persona, repito en principio, que no tiene ninguno de los tics que se podían apreciar en otras de las personas de su entorno. Esperemos que se aclare todo, y que Javier salga airoso. Aunque así lo hiciera, el daño, como en tantas ocasiones sucede, ya está hecho…", nos indica una fuente cercana y conocedora del Sr.Marín.
El pasado 28 de marzo se producía un desmentido "rotundo" al Diario Levante EMV.com cuando indicaba que:
"Por su parte, fuentes del gabinete de prensa de Aena consultadas al respecto por este periódico negaron "rotundamente" que Marín San Andrés "sea titular de una cuenta bancaria en el extranjero".
Pero la información de El Mundo, aparecida el pasado día 02/04/2012, reflejaba de esta manera esta "información":
El titular del Juzgado de Instrucción número 47 de Madrid, Adolfo Carretero, ha ordenado a la Policía Judicial que verifique si, como consta en un documento anónimo, Marín tiene seis millones de euros en dos cuentas en Cali y otras dos cuentas de inversión en JP Morgan Chase, el primer banco norteamericano.
Tal como expone el informe que ahora está en manos de la Policía, supuestamente Marín tendría depositados 3.446.154 euros en una cuenta de Corporación Financiera Colombia Cali y 517.285, en otra de la misma entidad. Además, según refleja el documento, supuestamente figura como titular en otras dos cuentas de inversión de JP Morgan Chase, Madrid. En total, se le atribuyen 3.973.804 euros en cuentas fuera de España.
Ante la gravedad de la información recibida en ese informe anónimo, el juez ha admitido la petición del querellante y ha dirigido un oficio a la Policía Judicial para que realice las comprobaciones necesarias sobre la veracidad de esas afirmaciones. En el documento, de 10 páginas y al que ha tenido acceso EL MUNDO, se relata una supuesta estrecha vinculación de Marín con un grupo aeroportuario del Pacífico, especialmente con los aeropuertos de México situados en aquella zona.
Asimismo, tal como figura en los folios sobre los que trabaja la Policía, el autor concluye que esas cuentas existen. El dossier se coló en la instrucción después de que alguien que no se identificó lo enviara a los denunciantes y el instructor lo admitiera. Ahora, tras examinarlo, el magistrado quiere saber si esa información es veraz, dada la precisión de datos y detalles que contiene sobre el director general de Aena.
AD ha intentado ponerse en contacto, y así lo seguirá haciendo, con fuentes cercanas al Sr.Marín, por lo que de momento de las informaciones aparecidas en ambos medios, la conclusión que se podría extraer es que están siendo investigadas dichas cuentas por el Juzgado, tras recibir una información anónima. De momento, el Sr.Marín no está imputado en nada, por lo que hasta que policía judicial no realice sus gestiones, el juez no podrá pronunciarse al respecto. Respetemos los procedimientos. Pero siempre que aparecen informaciones de este tipo preocupa la cuestión de la temporalidad o el momento en el que un medio decide hacerlas públicas. Si este momento sirve al interés de la verdad, o a otros intereses que podemos intuir pero no demostrar. Esta duda razonable surge insistentemente en este asunto.