Esta mañana trabajadores del aeropuerto de Foronda en Vitoria, así como los de Reus y Tenerife Norte se manifestaban contra el plan de AENA de reestructuración del horario operativo, y la amenaza que los trabajadores perciben con estos cambios tan poco explicados, y tras la filtración de las bajas propuestas en los distintos aeropuertos "básicos". Según aparece en Vozpópuli hoy la ratio que relaciona el beneficio de explotación por la "unidad de carga", que unifica pasajeros y mercancías, en cinco años la gestión del Ente ha hecho que aquella pasara de 1,5EUR a -1,2EUR. Cada pasajero que utiliza los aeropuertos cuesta al Ente, 1,2EUR. Es decir los 204 millones de pasajeros en 2011, como consecuencia directas supondrían por lo menos un par de cientos de millones de euros de pérdidas. ¿Qué gestión es esta?
Al igual que ha sucedido en "la Bankia", donde el boquete se cifra en más de 30.000 millones probablemente, que es exactamente el doble que la oquedad contable que AENA ahora tiene que sufragar. Una oquedad bastante concretada en el período de entre 2006-2011.
Lo que no es explicable al ciudadano, y menos aún a los trabajadores que sufren ahora esas consecuencias nefastas para su puesto de trabajo, es que ahora éstos ven peligrar sus puestos de trabajo como consecuencia de esa mala o nefasta gestión sin responsable alguno. La clave para la regenaración total en todos los sectores, es comenzar a establecer responsabilidades por esta forma de administración y sus consecuencias derivadas.
Esta mañana los trabajadores del aeropuerto de Foronda, se introducián en el edificio de los Servicios Centrales de AENA, "Piovera Azul" pacificamente. A éstos se han unido varios trabajadores, que a buen seguro se verán afectados por el Plan Pastor-Vargas, y a cuya sombra tambien aparece una siempre reconocible figura.
Entre otras cosas tambien los trabajadores necesitan ver que hay una cabeza de turco justificadamente, a sus males de hoy. Sería interesante dirimir responsabilidades, y sobre todo, lo que les resulta inaceptable es que esos a los que ellos responsabilizan de su actual situación de precariedad o pérdida de empleos siguen en activo y trabajando a día de hoy en el propio Ente al que ejecutaron contablemente hablando. O en más altas responsabilidades en Fomento por ejemplo.