La catástrofe, que tuvo lugar el 20 de agosto de 2008, costó la vida de 154 personas. La Asociación de Afectados del Vuelo JK5022 representa a 110 víctimas y familiares del accidente aéreo de Spanair que tuvo lugar en el aeropuerto de Barajas el 20 de agosto de 2008. Esta agrupación acusa a la Dirección General de Aviación Civil de ser incoherente en las recomendaciones que presentan sus informes. Conclusión a la que han llegado tras la publicación de un estudio sobre un accidente sin víctimas que tuvo lugar en el aeropuerto de Guacimeta, en Lanzarote. Noticia completa en LA GACETA.
Señalan a los técnicos como responsables del fallo múltiple. El Colegio de Pilotos considera inútil el sistema de prevención. Otro incidente similar fue estudiado antes por el departamento de Blanco.
En aquel caso, la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación (CIAIAC), órgano colegiado, dependiente del Ministerio de Fomento, estableció que se produjeron fallos humanos en los pilotos y en los técnicos. En el de Spanair ha vuelto a arrojar un análisis idéntico: que el testigo de despegue sin flaps estaba fuera de uso.
El comandante del vuelo de Canarias y su segundo realizaron las comprobaciones de seguridad de memoria, sin seguir el manual, y omitieron algunas verificaciones. Circunstancia que no se habría producido si los técnicos que realizaron la comprobación del sistema de seguridad del despegue sin flaps, Tows, no lo hubiesen dejado desconectado. La resolución de la investigación pone el acento en los pilotos mientras que los técnicos no reciben recomendación alguna.
Sin embargo, en el informe interino del accidente de Spanair, en el que fallecieron 154 personas, se recoge este mismo fallo y le dedica seis páginas, dándole, provisionalmente, mucha más importancia que la que se le da en el caso anterior.
Las víctimas del vuelo de Spanair consideran que si se hubiese incrementado el control sobre los técnicos que revisan los aviones tras el accidente de Lanzarote, el de Barajas podría haberse evitado. Tras la publicación del informe del incidente aéreo de Lanzarote han criticado duramente los métodos de investigación de la Dirección General de Aviación Civil de Magdalena Álvarez.
El CIAIAC tiene como fin la prevención de accidentes, no la determinación de las responsabilidades en los que investiga.
LA GACETA se ha puesto en contacto con el Ministerio de Fomento. Su respuesta ha sido: "Comprendemos la situación por la que están pasando los familiares y las víctimas. Entendemos que su objetivo es que paguen los culpables. Pero esta comisión no tiene como finalidad el señalarlos".
Respecto a la vinculación del ministerio con la comisión investigadora ha señalado que "la única relación que el CIAIAC tiene con Fomento es que les proveemos de las herramientas para que trabajen de manera independiente". Además, define a la comisión como un organismo de "carácter técnico que hace recomendaciones para evitar que se repitan las circunstancias que han llevado a los accidentes e incidentes que se han estudiado".
Errores graves
Por su parte, las víctimas siguen asegurando que hay tres fallos de extrema gravedad en la forma en la que se plantea la prevención de catástrofes desde el Ministerio de Fomento: "Encubrir malas prácticas en el mantenimiento de las aeronaves, la mala gestión de licencias de vuelo por parte de la Administración y obviar recomendaciones en materia de seguridad que evitarían accidentes posteriores".
La asociación de afectados critica que el Ministerio de Fomento haga hincapié en la seguridad aérea alegando que deben ser muchas las causas que desencadenen una catástrofe como la que se vivió en Barajas en agosto de 2008. Si esto es así, no comprenden como en casos similares solamente se recomienda que se corrijan fallos parciales. "Se produjeron errores de los pilotos y de los técnicos de mantenimiento, analizando sólo las causas de los de los pilotos. No se llega a analizar las de los del personal de mantenimiento", señalan fuentes de la asociación.
La acusación contra la Comisión de Investigación de Accidentes, por parte de los afectados, es clara: "Estos técnicos están revisando continuamente aviones, la función de la CIAIAC es mejorar la seguridad aérea, a través de las investigaciones técnicas. ¿No tiene que hacer este órgano ninguna recomendación al respecto?".
Pudo evitarse
"Si la investigación de aquel grave incidente -y sus correspondientes conclusiones- se hubiese hecho correctamente y a tiempo, en Madrid no se habría repetido el mismo error". Ésta es la opinión de los pilotos españoles, que traslada una parte importante de la responsabilidad de la tragedia al Ministerio de Fomento, entonces dirigido por Magdalena Álvarez, a través de la Comisión de Investigación de Accidentes.
El incidente de Lanzarote fue investigado, pero sus conclusiones se demoraron más de dos años y medio, cuando ya era tarde para evitar la tragedia de Barajas. Se da la circunstancia de que la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) recomienda que los informes no se demoren más de un año y que, sólo cuando por graves dificultades técnicas no se pueda realizar en este plazo, se sustituya por un informe parcial en cada aniversario del accidente, dando las recomendaciones necesarias a los operadores.
"Si la comisión hubiese cumplido con las indicaciones de la OACI, se habría evitado la tragedia", señalan desde las asociaciones de pilotos. A la vista de los hechos, se hace evidente que la comisión del Ministerio de Fomento no realizó bien su trabajo.
Pero el Colegio de Pilotos va más allá, y su decano, Luis Lacasa, ha afirmado a LA GACETA que esta comisión "carece de los conocimientos necesarios para cumplir con su función de evitar accidentes", en este caso además señala "la falta de la diligencia necesaria de la comisión" que hubiese<