Madrid, SP, 21 de junio de 2014.- Si nada lo remedia el próximo 12 de julio, el operador INAER dejará de realizar el Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA) que venía haciendo desde hacía 4 años con (4) 2 CASA C212. Las tripulaciones, en número aproximado de 7 pilotos, se verán afectados por la aplicación y desarrollo de Plan CORA, Comisión para el Reforma de las Administraciones Públicas, que favorece al Ejército del Aire, pese a que éste servicio se encarecerá según expertos consultados respecto al operador privado que lo venía realizando, y será menos eficiente. El propio Ejército del Aire, así lo piensa, aunque no de forma pública, pero la decisión es fundamemtalmente política y estética. Se quiere dar una imagen de las bondades para el servicio civil del Ejército del Aire, en la retorcida y acomplejada mente de los políticos gobernante. Simplemente eso.
Desde el año pasado las tripulaciones ya tenían conocimiento de que el contrato con Aduanas estaba siendo cuestionado debido fundamentalmente a un empeño político, pero no sólo por ello.
El CORA constataba que teoricamente, en su apartado 14, o quizás en la práctica, existe una "proliferación y duplicidad en medios aéreos y marítimos entre los numerosos organismos e instituciones de las Administraciones del Estado tanto en relación a la operación de los mismos como a su mantenimiento". Increiblemente tambien indica que el Estado dispone de unas flotas de "entre 300 y 400 aeronaves…", sí han leído bien, la orquilla se abre en un documento público oficial en un +-100 aeronaves. Así se hacen posteriormente los cálculos, con esta precisión.
Estas aeronaves que oscilan entre las 300-400 según el documento público, son susceptibles de ser utilizadas en misiones civiles y se reparten entre cuatro ministerios: Defensa, Interior, Fomento, y MAGRAMA. Se llega a la conclusión de que la "situación final más eficiente sería aquella en la que los medios aéreos y vigilancia marítima tuvieran en su mayoría como operadores al Ejército del Aire y la Armada…".
La solución mágica que se propone por la Administación dentro de la Subcomisión de Gestión de Servicios que contempla el CORA, pasaría por disponer de una flota estandarizada, o una mixta civil y militar, operada mayoritariamente por personal del Ejército del Aire, lo que presume que sería un considerable ahorro en gastos de personal. Según se indica oficialmente esto produciría sinergias en cuanto a ingeniería, mantenimiento, adquisición de materiales, respuestos y combustibles, "así como un claro beneficio para el Ministerio de Defensa en cuanto a entrenamiento de personal".
Este es el contexto en el que se ha tomado la decisión, eminentemente de caracter político, y teoricamente de la economía de la eficiencia, pero sin reparar realmente en los datos económicos precisos, que señalan que los costes en lugar de bajar subirán, y en la eficiencia en el servicio, que evidentemente tienen aún más limitaciones operativas por definición en una organismo público, como el Ejército del Aire, limitación por ejemplo en vuelos nocturnos, que el que actualmente prestaba INAER, y sus tripulaciones del C212.
El pasado mes de abril, en la base de Málaga desde la que opera INAER, el responsable de la compañía Nogueroles, transmite un mensaje de tranquilidad a sus tripulaciones. Señala que la empresa haría todo lo que estuviera en sus manos para no perder el citado contrato. Pero esa actitud, tambien gestionada por el Director General, López Aguilar, no se ha visto acompañada de la del Director de Operaciones, Miñano, el hijo del otro Miñano, de informar a su gente de las distintas vicisitudes que se iban produciendo. Tampoco habría gestionado la recolocación de sus pilotos en otras aeronaves del Grupo. Las otras flotas han ido viendo como el personal se reducía al mínimo posible, y jamás se han cubierto esas vacantes, pese a importantes penalizaciones por no cubrir servicios que la empresa estaba sufriendo.
Por ejemplo la flota CN235 que presta el Servicio de Salvamento Marítimo, durante los pasados 3 años, ha visto como desaparecían hasta 7 plazas de pilotos, que jamás se volvieron a cubrir. Si no se cubren, tampoco se garantiza a un nivel aceptable dicho servicio esencial. Al menos hay una carencia mínima de 4 pilotos para prestarlo en unas condiciones que puedan garantizar las necesidades operativas para cumplir con el pliego con el cliente, Fomento, en los términos del contrato ajustándose al Pliego de Prescripciones Técnicas en su punto A1.1 que indica que "el contratistas deberá prestar las 24 horas al día, todos los días del año en cada una de las Bases Operativas…", dotando a cada Unidad Operativa con "aeronave, capacidades esenciales y tripulación…".
Pero tambien sucede algo parecido en la flota C212 del Servicio de Vigilancia Pesquera, donde tambien habría que cubrir para cumplir con el Pliego, otras dos plazas de piloto. E igual sucede en la de B200, donde tambien, tras la salida de varios de sus tripulantes, al menos hacen falta otros dos pilotos.
Es decir se requieren hasta 8 pilotos a día de hoy, 4 de forma muy urgente para SASEMAR,1, y otros tres para Servicio de Vigilancia de Pesca. Todo esto mientras esta falta de tripulaciones está propiciando numerosos casos de inoperatividades y servicios que no se realizan. El Director de Operaciones, Miñano, parece ser que no lo está viendo de la misma manera. Pero el resultado contable es la contínuas penalizaciones económicos que los clientes, las Administraciones Públicas, están aplicando a INAER. Lo más llamativo es que pese a lo que se podría pensar, estas inoperatividades son ajenas a Mantenimiento, y se han repetido tanto en las flotas de CN235 y B200.
Recordarán nuestros lectores el fallido contrato de Operación y Mantenimiento de las flotas de Helicópteros y Aviones para Salvamento Marítimo adjudicado a Airbus Military en principio. Finalmente tras alegar le fue adjudicado a INAER, tras un proceso contencioso administrativo que el operador ganó. En aquella ocasión la duda "existencial" de los adjudicadores precisamente estaba en la valoración que SENASA hizo concerniente al número de tripulaciones, en favor de la UTE EADS CASA,S.A. y EADS PZL, polaca, con una puntación de 5,8 frente al 3,1 obtenido por INAER.
Entonces el Director Técnico del Contrato decía: "La posibilidad de cumplir las normas de descansos mensuales con este sistema de turnos y este número de personal de vuelo es muy dudosa. … con esta disposición de turnos 24 horas propuesta por INAER,…, si la actividad aéreae fuese abundante durante las horas iniciales del turno se vería muy comprometida la operatividad de la base durante el resto de la jornada…".
Efectivamente en fechas recientes este servicio ha tenido, según fuentes consultadas por AD, problemas de inoperatividad en la Base de Canarias debido a la falta de tripulaciones efectivas e imaginarias reales. Sólo se cuenta allía con un Comandante y dos Copilotos.
En los pliegos de prescripciones técnicas se acepta que las tripulaciones tengan dedicación exclusiva al servicio prestado. Esto no se cumple habitualmente ya que en los servicios hay en cartera pilotos de otras flotas, y se atienden unos servicios dejando de cubrir otros. Los pilotos de INAER tienen hasta cuatro habilitaciones tipo, lo que les hacen susceptibles de prestar servicios en varias flotas, y hacen incumplir esa dedicación exclusiva. Se trata de utilizar a estos sobrehabilitados pilotos en distintos servicios prescindiendo de esa dedicación en exclusividad que recoge el pliego. Mala gestión y falta de recursos se atisba evidentemente. Esto va contra la excelencia en la especializacón y por tanto en la calidad de los servicios prestados.
Había pilotos con habilitación Citation, CN235 o TRE que no estaban en la plantilla habitual, y prestaban servicios en la flota C212 del contrato de Servicio de Vigilancia Aduanera, SVA, poniendo de manifiesto la falta de pilotos, por lo que por ejemplo La Razón se hacía eco de este hecho, y se deslegitimaba publicamente el contrato. Los pilotos tampoco entienden como Operaciones habilita a pilotos para el C212, para Vigilancia de Pesca, sabiendo que sus pilotos de SVA no van a ser recolocados tras la decisión política del Ejecutivo, en lugar de utilizar los servicios de los ya habilitados en la flota SVA. Las posibilidades por ejemplo de reubicación de las tripulaciones en la flota Canadair, u otras opciones en principio "prometidas" por la empresa no se han visto cumplidas, con lo cual no se evitará el despido "Objetivo" tendrá lugar, si nada lo evita, el próximo 12 de julio.
Los profesionales han estado cumpliendo con su papel profesional durante cuatro años, consiguiendo ayudar a las aprehensiones e incautaciones asignadas a Vigilancia Aduanera. Y colaborando en el éxito de esta misión. Desde la comunicación por parte del cliente, del Estado en enero de la finalización del contrato, hasta mayo en que oficialmente se les comunica a las tripulaciones no se han realizado acciones que podrían haber conducido a que estos profesionales sigan trabajando en lo que saben por parte de la empresa, que mientras veía como accedían socios a la misma, en una maniobra más financiera que operativa e industrial. La nefasta gestión de sus propios RRHH se pone en evidencia una vez más en esa compañía.
Las tripulaciones sólo quieren la recolocación en las otras flotas de ala fija que opera INAER, derivada de la necesidad real de tripulaciones. De esta forma se evitaría que fueran al paro 5 pilotos más, y de paso se conseguiría que INAER cumpliera con los Pliegos de Prescripciones técnicas que tienen actualmente firmados con la Administración. Se matarían dos pájaros de un tiro. Es la Administración la que debe velar por ese cumplimiento de los Pliegos, y de esta manera conseguir que se evite aumentar la cada vez más ingente falta de tripulaciones existentes, o la diáspora continuada de estos profesionales, que se extienden a otras tripulaciones, mantenimiento, etc… Este vaciamiento de recursos altamente formados, quizás sea lo que en un futuro comprometa finalmente el servicio, y entonces será ya demasiado tarde para solucionarlo.
