Alba Sanz/Aviación Digital, Sp.- La OTAN ha iniciado su mayor maniobra militar hasta el momento. A través de la coordinación de Alemania, el ejercicio, bautizado como «Air Defender 23», pretende demostrar la unidad de los miembros de la Alianza frente a las amenazas desestabilizadoras, demostrando, así, que es «capaz de defenderse».
El «Air Defender 23» se extenderá hasta el próximo 23 de junio y en él participarán un total de 250 aeronaves militares de 25 países miembros, además de aviones de aliados de la Alianza como Japón y Suecia. Este último se encuentra pendiente de poder ingresar formalmente en la OTAN después de que Estocolmo pidiera en la Cumbre celebrada en Madrid su membresía. Sin embargo, el país sueco continúa con la negativa turca que le impide formar parte de la Alianza, a pesar de la presión que estaría ejerciendo Estados Unidos a Turquía, concretamente con la venta de cazas F-16.
En cuanto a la presencia de las aeronaves, destacan el F-35 estadounidense , el Eurofighter europeo, del que España aportará tres, F-15, F-16, F-18, Tornado, Gripen, C-130, A-400M, bombarderos B-1B, Mig-29 y drones MQ-9 Reaper.
Un total de 10.000 personas participarán en este ejercicio en el que tratarán de mantener la seguridad en ejercicios simulados en caso de ataque a otras ciudades, aeropuertos o puertos marítimos de la OTAN a través del empleo de drones y misiles de crucero.
Según ha declarado el teniente general de la Luftwaffe alemana, Ingo Gerhartz, este ejercicio «no enviará vuelos, por ejemplo, a Kaliningrado», enclave ruso situado al oeste del mar Báltico que hace frontera con Lituania y Polonia (ambos miembros de la Alianza). «Somos una alianza defensiva y así es cómo se planteó este ejercicio (…) las maniobras no están dirigidas contra nadie», defiende.
Para la embajadora estadounidense en Alemania, Amy Gutman, este simulacro demuestra, «sin sombra de duda, la agilidad y rapidez de nuestra fuerza aliada”, señala.
«Me sorprendería si un líder mundial no toma nota de lo que esto demuestra en términos del espíritu de esta alianza y eso incluye al señor Putin», declaró a periodistas en referencia al presidente ruso.
Defensa aérea en caso de ataque
EL «Air Defender 23» comenzó a diseñarse en el año 2018 como respuesta a la anexión de Crimea por parte de Rusia en el año 2014. Ahora, con su ejecución, este ejercicio pretende ser un entrenamiento a nivel operacional y táctico que se desarrollará principalmente en Alemania, República Checa, Estonia y Letonia.
Concretamente, en Alemania se sobrevolarán los tres espacios aéreos, uno desde la costa del Mar Báltico hasta Baviera Occidental, un segundo desde Baviera hasta Renania- Palatinado y un tercero desde Baja Sajonia hasta el Mar del Norte y el espacio aéreo holandés, siendo este último «el espacio aéreo más grande bloqueado», según el comandante general del Comando de la Fuerza Aérea del Bundeswehr, el teniente general Günter Katz.
A pesar de esto, solo se volará en un espacio aéreo a la vez para que la aviación civil se vea lo menos afectada posible.
Acabar con las defensas antiaéreas enemigas
Otra de las características de este ejercicio es que habrá una gran transferencia de aeronaves en muy poco tiempo. «Tendremos más de 100 aviones de Estados Unidos cruzando el Atlántico que recogeremos, suministraremos logísticamente y luego se integrarán en el ejercicio en consecuencia», afirma Günter.
Asimismo, pretenden «eliminar» con este entrenamiento las defensas antiaéreas enemigas a través de las llamadas operaciones SEAD (Suppression of Enemy Air Defences). En el este, el espacio aéreo alemán se defenderá contra los ataques enemigos mientras que en el sur se llevaran a cabo misiones ofensivas con el fin de suprimir las defensas aéreas enemigas y así permitir el apoyo de las fuerzas terrestres para operaciones de guerra, además del empleo de fuerzas especiales como nadadores de combate y paracaidistas.
Además, hay una misión de rescate que se ejecutará en el sur y se pondrán a prueba las capacidades de reabastecimiento aéreo con 15 aviones cisterna.
Según el director de la Guardia Aérea Nacional estadounidense, Michael Loh, el ejercicio completará «la presencia permanente de Estados Unidos en Europa” y brindará el entrenamiento «a una escala mayor de lo que solía hacerse en el continente».
Esta es la primera vez que los pilotos de caza van a trabajar con diferentes miembros de la Alianza por lo que, de acuerdo con Loh, «se trata de impulsar la vieja relación que tenemos y de construir relaciones nuevas con esta generación de pilotos jóvenes».