20 de febrero de 2012.- La segunda batería de uno de los B787 de All Nippon Airways (ANA) que tuvo que realizar un aterrizaje de emergencia a causa del recalentamiento de su batería principal también está deformada, informó este martes un responsable de la seguridad aérea japonesa.
El examen detallado de la unidad de potencia auxiliar (APU) del avión muestra que dos de las ocho células de la batería están infladas.
"Una inspección inicial hizo pensar que estaba intacta, pero un examen más exahustivo de los elementos que componen este acumulador secundario ha mostrado que una parte de estas células de litio ion están bombeadas, por una razón que se desconoce", precisó el responsable de la Oficina Japonesa de la Seguridad de los Transportes (JTSB).
En su investigación, las autoridades niponas se centraron inicialmente en la batería principal que se vio seriamente dañada por una subida súbita de la temperatura, cuyo origen se desconoce.
Las baterías principales y auxiliares de los Boeing 787 son del mismo tipo y todas están fabricadas por la empresa japonesa GS Yuasa y posteriormente son ensambladas en sistemas eléctricos por el grupo francés Thales.
Una batería auxiliar de un Boeing 787 de Japan Airlines (JAL) se quemó tras su llegada a Boston a principios de enero, una semana antes del aterrizaje de emergencia del de ANA el 16 del mismo mes en Takamatsu, Japón, a causa del recalentamiento y un fuerte olor que activó tres alarmas.
Todos los Boeing 787 que operan en el mundo, unos 50 aparatos, se encuentran desde entonces en tierra por decisión de las autoridades, a la vez que el fabricante ha decidido suspender las entregas mientras se determina el origen de los problemas, lo que perjudica en particular las aerolíneas japonesas, que han apostado fuerte por este gran aparato.