Ayer martes día 18 de enero, dos días después de derogar el gobierno la militarización de los controladores, Aena volvió -como hiciera el 7 de febrero de 2010, dos días después del primer decretazo- a complicarle la vida a los controladores del área terminal de Madrid, al planificar la calibración del ILS de la pista 18L del aeropuerto de Barajas mientras mantenía en operación las pistas 33R y 33L a pesar de que el METAR del aeropuerto indicaba que el viento era prácticamente calma y que un cambio de configuración hubiera sido lo más conveniente.
Por supuesto, esta actividad se ha producido, tal y como se recoge en la imagen adjunta tomada del Webtrack de Aena, en los momentos de más demanda. Situación que ha producido ligeras demoras de salida y de llegada, gasto extra de combustible y producción extra de CO2 -entre otros contaminantes-, carga de trabajo innecesaria y una evidente reducción de los niveles de seguridad, tal y como se puede apreciar tambien en la imagen. En ella, se aprecia un avión aterrizando en la pista 33R mientras el avión calibrador hacía una baja aproximación a la pista 18L. Una situación que podría haberse complicado en caso de, por ejemplo, un fallo de comunicaciones o de una aproximación frustrada.
No parece que el nuevo director de operaciones ATM, el Sr. Novelles, vaya a mejorar las "peores prácticas" de su antecesor en el cargo, el Sr. Torrecilla, ni que en su calidad de Autoridad ATS competente vaya a mover un dedo por arreglar una situación de la que se inhibió en febrero de 2010 como director regional. O quizá sea, que está muy ocupado buscando la escusa perfecta para justificar el cierre prematuro del espacio aéreo del pasado 3 de diciembre sin haber seguido el protocolo establecido en la plan de contingencia vigente. Aunque, bien pensado, puede que entonces eso fuera lo de menos si el "premio" iba a ser el que ha sido: en menos de dos años de "Don Tancredo" balear, a director de operaciones de Aena en Madrid.