Los cuerpos de los dos tripulantes de un caza F-16I de la aviación israelí, que se estrelló el miércoles en el sur de Israel durante un vuelo de entrenamiento y de rutina, fueron encontrados, anunciaron el jueves los medios israelíes.
El piloto y el navegante, de 28 y 30 años respectivamente, fallecieron como consecuencia del accidente ocurrido en la zona montañosa del cráter Ramon, en el desierto de Neguev, cuando realizaban un entrenamiento de combate aéreo en gran altitud.
Los dos habían sido dados por desaparecidos.
El ejército sólo confirmó que se había localizado la caja negra del avión.
Según los primeros elementos de la investigación, el accidente podría deberse a "un error humano", según la radio militar israelí.
El avión, el F-16I, es una versión israelí del F-16 de fabricación estadounidense y es capaz de llegar a Irán. Están armados con misiles aire-aire y vuelan a una velocidad de 2.000 kilómetros por hora, pudiendo realizar misiones de largo alcance.
Esta es la primera vez que un caza de este tipo se estrella en Israel.
El comandante de la Fuerza Aérea israelí, Ido Nehushtan, ordenó la inmovilización temporal de la flota de F-16, agregó la portavoz.
El pasado 26 de septiembre, un helicóptero del ejército israelí sufrió un accidente en Rumanía, en unos ejercicios conjuntos con el ejército de ese país europeo, en el que murieron seis soldados israelíes y uno rumano.