Kuala Lumpur, MAL, 1 de abril de 2014.- Sólo hay que recordar la alarma provocada la pasada semana por un "twit" que publicaba alguien de 112 Emergencias Canarias sobre un supuesto accidente aéreo, para detenernos en la información que trascendía tambien la semana pasada sobre la no divulgación de las comunicaciones del Centro de Control, los datos radar y las grabaciones internas de los servicios de seguridad del aeropuerto de Kuala Lumpur relacionados con la desparición del MH370. Estos datos, según los investigadores, además de sujetos a la confidencialidad, confirmarían la versión de que se estrelló en el Océano Indico. Desgraciadamente en España en numerosas ocasiones se ha violado esa confidencialidad, sin ir más lejos asistimos la pasada semana al bochornoso espectáculo de la filtración de las conversaciones entre nuestros controladores y los responsables de los Servicios de Emergencia de 112 Canarias, algo que debería estar siendo investigado hoy, con el único objetivo de "limpiar" de responsabilidades políticas o profesionales de algunos. Tambien vimos atónitos como las imágenes del accidente del vuelo JK5022, incluso las conversaciones de cabina parcialmente, eran filtradas a los medios de comunicación. A nadie pese a la legislación en vigor, se le han exigido responsabilidades al respecto.
Hay que recordar que los profesionales han cedido su derecho a privacidad en el ejercicio de su profesión, con el único objeto de que esas conversaciones y/o imágenese en cabina, centros y torres de control, etc… se puedan utilizar única y exclusivamente con el fin investigatorio para el esclarecimiento de las causas probables de una accidente o incidente, con objeto de prevenir que se produzca en el futuro al coincidir las mismas o similares causas probables.