La Asociación de Afectados del Vuelo JK5022 y el Colegio Oficial de Pilotos de la Aviación Comercial (COPAC) han coincidido hoy en rechazar, por parcial, el informe encargado por Spanair sobre el accidente que una de sus aeronaves sufrió en el aeropuerto de Barajas (Madrid) el 20 de agosto de 2008.
El informe pericial, que hoy avanza El Periódico de Catalunya, no concluye cuál fue la causa del siniestro, pero sí apunta al error humano de los pilotos que olvidaron -por distracción- accionar los alerones, exculpa a los técnicos de mantenimiento y recrimina a Boeing, fabricante del avión, que no previera la situación pese a que hubo un precedente "idéntico" en Detroit en 1987.
Los peritos contratados por Spanair señalan también que el relé al que un informe encargado por la Asociación de Afectados del Vuelo JK5022 atribuye el fallo que propició el accidente no presentaba ninguna anomalía.
Tras conocer el informe, la vicepresidenta de la asociación de víctimas, Margarita Enríquez, ha defendido en declaraciones a Efe las conclusiones de sus peritos frente a los de Spanair y ha dicho que, en cualquier caso, que el relé funcionara o no "no implica que la culpa fuese de los pilotos".
"Es muy fácil echar la culpa a los muertos", ha añadido Enríquez, que se ha mostrado molesta por la publicación de los informes -"porque perjudica el proceso y distorsiona la realidad"- y ha recordado que será el juez de Madrid que instruye el caso el que tiene la última palabra.
Por su parte, el Colegio de Pilotos ha considerado en una nota de prensa "preocupante y parcial" que el informe de los peritos de Spanair atribuya la responsabilidad del siniestro al error humano de los pilotos, aunque no descarta que éste se produjera.
Según el COPAC, que cree que hay "una tendencia dirigida a culpar a los pilotos, sin tener en cuenta otros aspectos fundamentales", la investigación "sólo será completa y efectiva de cara a la prevención de futuros accidentes si se analizan las causas latentes y sistémicas que provocan y permiten que se produzcan esos fallos humanos".
En el accidente del vuelo JK5022, que tenía como destino Gran Canaria y que se estrelló al despegar, murieron 154 personas y otras 18 resultaron heridas.
El magistrado que dirige la investigación, el titular del Juzgado de Instrucción número 11 de Madrid, Juan Javier Pérez, mantiene imputados en la causa a dos técnicos de mantenimiento de Spanair.