Alba Sanz/Aviación Digital, Sp.- La aviación continúa dando pasos cada vez más importantes hacia la aviación hipersónica, capaz de alcanzar una velocidad superior a cinco veces la velocidad del sonido. Así lo demuestra las Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos después de que hayan continuado trabajando en un bombardero hipersónico de nueva generación en un momento en el que la aviación comercial también se encuentra dando pasos a favor de poder llevar los aviones comerciales a Mach 5, una velocidad capaz de conectar conexiones como Nueva York-Londres en tan solo 90 minutos.
Y es que la velocidad hipersónica también se está implementado en el propio armamento. En el ámbito militar, Estados Unidos acaba de concluir las pruebas de un misil HAWC (Hypersonic Airbreathing Weapon Concept) propulsado por el estatorreactor de combustión supersónica, el motor scramjet.
Tanto es así que las Fuerzas Aéreas y la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa (DARPA) anunciaron que el sistema de armas había logrado volar a Mach 5 y recorrer 300 millas náuticas a 60.000 pies. De hecho, alcanzar esta velocidad hace que los misiles hipersónicos sean extremadamente mortíferos y les hacen ser capaces de burlar los sistemas de defensa antiaéreos.
Según ha informado el adjunto de la USAF en el programa HAWC, Walter Price, en un comunicado «las cosas que hemos aprendido del HAWC mejorarán sin duda las futuras capacidades de las Fuerzas Aéreas estadounidenses».
El HAWC es un arma conceptual que no se cargará directamente en aviones o bombarderos, sino que se trata de una plataforma para construir futuras tecnologías hipersónicas. De hecho, las Fuerzas Aéreas ya están impulsando otros dos sistemas de misiles, entre ellos el All-Up-Round AGM-183A Air-launched Rapid Response Weapon, que tuvo su primer lanzamiento con éxito frente a la costa del sur de California en un B-52H Stratofortress en diciembre.
De acuerdo con el director del programa HAWC, Andrew Knoedler, «el programa HAWC creó una generación de nuevos ingenieros y científicos hipersónicos» y consiguió aportar «una gran cantidad de datos y avances a la comunidad hipersónica aérea».
La primera prueba que Estados Unidos realizó de este tipo fue en septiembre del año 2021 en un momento en el que Rusia y China seguían – y continúan – desarrollando pruebas con este tipo de armamento, caracterizado, además, por ser un armamento de difícil detección e intercepción.