Aviación Digital, Sp.- Los precios del petróleo y el combustible de aviación han estado aumentando desde mayo, lo que ha creado nuevos desafíos para la recuperación financiera de las aerolíneas. La situación es aún más compleja debido a la volatilidad de los precios observada en los últimos dos años.
El «Crack Spread» aumenta
El precio del combustible aéreo aumentó aún más debido a la ampliación del «crack spread«, que es la diferencia entre el precio del petróleo crudo y el del combustible aéreo. En 2022 y principios de 2023, el «crack spread» se movió por encima de los USD 60 por barril, superando la norma histórica de menos de USD 20 por barril.
Una serie de factores contribuyeron a la ampliación del «crack spread», incluyendo la demanda de otros combustibles de destilación media como el diesel y la falta de inversión en infraestructura.
A lo largo de 2022 y principios de este año, el precio del petróleo volvió a niveles previos a la crisis y el «crack spread» se redujo. Sin embargo, la tregua para las aerolíneas fue breve, ya que los precios han vuelto a subir desde entonces, impulsados en gran parte por los recortes de producción de aproximadamente el 25% de las naciones de la OPEP.
Alta Volatilidad de los Precios del Combustible de Aviación
Además de los cambios de precios, se ha observado un nivel relativamente alto de volatilidad de precios en los últimos dos años. La volatilidad puede ser influenciada por una serie de factores, incluyendo el rendimiento económico, cambios inesperados en los inventarios de petróleo o productos, el sentimiento del mercado y desarrollos geopolíticos.
La erupción de la guerra en Oriente Medio el 7 de octubre ha provocado un incremento del 3-4% al precio del petróleo. A partir de ahora, no está claro cómo evolucionará esta situación.
Las aerolíneas pueden tomar varias medidas para limitar el impacto de los precios más altos del petróleo y la volatilidad en su desempeño financiero, como el uso de aviones más eficientes en el consumo de combustible y la cobertura de precios del petróleo. Sin embargo, en un ambiente altamente incierto, estas tendencias de precios y volatilidad significan que los costos del combustible seguirán presentando desafíos para la salud financiera de la industria en el futuro.