El titular de hoy de Cinco Días, firmado por Ruíz del Arbol dice que "La radicalización de la huelga de pilotos alarma a otros colectivos de Iberia". Añade además que UGT, CC.OO., y sindicatos de TCP (se referirá a SITCPLA y CTA-Vuelo), van a pedir una reunión con Vázquez y Sánchez Lozano. Fuentes consultadas por AD, entre otras veteranos sindicalistas, no salen de su asombro ante esta actitud en pleno conflicto.
"No es comprensible que en pleno conflicto con una empresa, los demás sindicatos no propongan una reunión con los convocantes para aclarar las posturas, más aún teniendo en cuenta que éstos junto con los TCPs representados en STAVLA, son mayoría en el CEV(Comité de Empresa de Vuelo)", señalan fuentes conocedoras de todos los entresijos sindicales en Iberia.
Lo que no tiene desperdicio es el entrecomillado amenazante de un comunicado en el que estos sindicatos indican que éste va a indicar que la huelga de los pilotos pone en serio peligro los puestos de trabajo de todos los empleados de la compañía.
La línea sindical está clara, culpabilizar a SEPLA, como se hizo recientemente con STAVLA, incluso de la externalización de la producción de Iberia en Iberia Express, y no al brazo ejecutor representado por los directivos de la empresa. De paso ni una mención a los acuerdos no cumplidos. ´
Pero lo más duro viene cuando explicitamente hablan de que apoyar el conflicto de sus compañeros pilotos, que indican en la información de Cinco Días que se trata de "un conflicto generado por ellos, constituye una broma de mal gusto". Leer para creer.
Se trata en definitiva de culpabilizar a los pilotos del conflicto, e intentar que los demás colectivos del entorno de estos sindicatos, lo hagan así, coincidiendo absolutamente con los reproches que los directivos de Iberia hacen al colectivo de pilotos.
Es una estrategia muy parecida a la que en estos días utilizan los políticos culpabilizando a la sociedad de la crisis al haber vivido por encima de "nuestras posibilidades". Esto no deja de resultar pintoresco y grotesco. Esa dilución de responsabilidad sobre la gestión que algunos han hecho, sobre la complicidad que ha habido con la banca y el empresariado por parte de todos los grupos políticos en todos los niveles de la administración si que resulta carcajeante.
Es muy similar a ese sentido de culpa, que ahora estas organizaciones sindicales lanzan a los pilotos, en una campaña que socialmente tuvo sus efectos mediáticos evidentes en el Gernika aeronáutico que supuso el conflicto de los controladores. Entonces hubo toda una campaña orquestada desde Fomento. Ahora, la del gabinete de comunicación de Iberia, parece que cuaja entre algunos representates de los trabajadores, o al menos coincide. Desde el punto de vista de la estética sindical esto requiere todo un lifting para no ser entendido como una traición absoluta a sus propios compañeros.