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abril, martes 23, 2024

La vacuna llega tarde para evitar la jubilación forzosa de los grandes aviones de pasajeros

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Atalayar.- Las aerolíneas de todo el mundo se desprenden del mítico Boeing 747 Jumbo y del elegante y lujoso Airbus A380. A punto de comenzar la campaña mundial de vacunación contra la COVID-19, la pandemia ya ha hecho estragos en el mundo de la aviación y se ha llevado por delante a los mayores aviones de pasajeros de todas las líneas aéreas. 

Los principales heridos de muerte son los mastodontes del aire, aquellos con capacidad para trasladar a 550 pasajeros o más en un mismo vuelo entre distintos continentes. Las aeronaves más afectadas por la tremenda crisis son el veterano y famoso cuatrirreactor norteamericano Boeing 747 Jumbo y su más directo competidor, el elegante modelo europeo Airbus A380, conocido como Superjumbo. 

De la longitud de dos grandes ballenas, la altura de siete jirafas y un doble pasillo en su interior, la debacle de ambos modelos de aparatos se debe al hundimiento a escala global del mercado de viajes de muy largo recorrido, un segmento del sector del transporte aéreo en el que los dos aviones eran los reyes indiscutibles de los cielos. 

El resultado de la caída en picado de la demanda de trayectos intercontinentales, junto con los elevados costes de explotación de estos gigantescos aviones, ha provocado que las pocas aeronaves de muy largo radio de acción que despegan lo hagan con la mitad o menos de los asientos vacíos, con lo que ni uno ni otro modelo resultan rentables.  

Las serias restricciones a la libertad de movimientos en prácticamente todo el mundo, el miedo a contagios en el avión y la cuarentena que muchas naciones aplican a los extranjeros que llegan a su territorio ha provocado que la mayor parte de Boeing 747 Jumbo y Airbus A380 permanezcan en tierra. Pero esa medida no ha sido suficiente y los responsables de las compañías aéreas han decidido adelantar su retirada de servicio, proporcionarles una jubilación anticipada y desprenderse de la inmensa mayoría de ambos modelos. 

El destierro del gigantesco A380

Con la tendencia centrada en aviones más pequeños, baratos y eficientes del entorno de las 300 plazas, como el Airbus A350XWB y el Boeing 787 Dreamliner, la primera aerolínea en otorgar el retiro forzoso a su flota de A380 ha sido Air France. La compañía gala se ha visto en la necesidad de aparcar uno a uno sus  diez Superjumbo, proceso que se inició en febrero del presente año y concluirá a finales de 2022. También la alemana Lufthansa ha tomado igual medida y va a eliminar todos sus A380.   

El mayor número de A380 está en poder de Emiratesla principal compañía aérea nacional del estado emiratí, que opera largas rutas con Europa, Asia, Australia y América. Su flota asciende a nada menos que 115 aparatos del citado modelo y todavía tiene pendiente de incorporar otros ocho. Aunque algunos trayectos se mantienen con el gran avión, casi todos están en tierra debido a la lentitud con la que se recupera la demanda.  

En el caso de Etihad Airways, la segunda aerolínea nacional de Emiratos, por el momento mantiene aparcada su decena de A380, a la espera de que dentro de uno o dos años el mercado vuelva a requerir sus servicios. Idéntico punto de vista es el de Qatar Airways, que tiene el mismo número de aparatos. La segunda aerolínea con un mayor número del gigante europeo es Singapore Airlines, que ha decidido retirar de forma permanente siete de sus 19 A380 hasta que las condiciones mejoren.  

El caso de la australiana Qantas es diferente y por el momento mantendrá su docena de A380. La compañía los necesita para conectar el inmenso país con el resto del planeta. La consultora Cirium confirmaba que, a principios de diciembre, el número total de A380 aparcados en tierra sumaba nada menos que 219 aeronaves, mientras que tan solo 22 aparatos continuaban volando, lo que supone en torno al 90 por ciento de aviones desterrados de sus bases de operaciones. 

Desde el punto de vista de la demanda de nuevos aviones, el A380 ya tenía serios problemas de venta antes de la crisis originada por la pandemia. Las cuentas no le cuadraban a Airbus, que en febrero de 2019 anunció que a partir de 2021 abandonaba su producción, un golpe muy duro para la industria aeronáutica europea, entre ellas la española. 

Teruel es el orfanato los grandes aviones desahuciados 

El caso del Boeing 747 es semejante al del A380, pero mucho menos trágico. Mientras que el primer A380 entró en servicio en octubre de 2007, el total de su producción no alcanza ni la mitad de las aeronaves 700 previstas y quedan 8 en distintas fases de acabado, el Jumbo comenzó sus vuelos comerciales en 1968, acumula cinco décadas de servicio, ya se han fabricado más de 1.500 unidades, quedan 15 en fase de producción y Boeing cerrará definitivamente su línea de producción en 2022.  

Un ejemplo de la situación del 747 es la compañía británica British Airways, que en verano anunció el retiro de sus 31 Boeing 747, una operación prevista para 2024 y que se ha visto obligada a adelantar. En agosto, la alemana Lufthansa puso en tierra cinco Boeing 747, Virgin Atlantic y KLM también se desprendieron de sus 747 y la misma decisión ha adoptado la aerolínea australiana Qantas, que ya ha jubilado a sus seis últimos Jumbo.

El incremento del número de aviones parados ha sido de tal dimensión que Tarmac Aerosave, una empresa francesa dedicada al almacenamiento, depósito, mantenimiento y reciclaje de aeronaves, ha visto incrementada su actividad de forma exponencial. Sociedad fundada en 2007 por la corporación europea Airbus y las multinacionales francesas Safran y Suez, la compañía ha tenido que expandir sus plataformas de estacionamiento en el aeropuerto español de Teruel, que se ha convertido en el segundo aeropuerto industrial de Europa. 

Especializado en el aparcamiento de aviones de grandes dimensiones, el espacio disponible en Teruel está completamente abarrotado y ya alberga en torno a 130 aparatos. La fuerte demanda de espacio ha aconsejado a su director, Alejandro Ibrahim, a acometer continuas ampliaciones para casi triplicar su superficie útil y poder aparcar de forma simultanea algo más de 350 grandes aviones.

Las consecuencias de la COVID-19 también han azotado al cuatrimotor Airbus A340 y al más moderno y gran birreactor Boeing 777, modelo del que la norteamericana Delta Air Lines retirará toda su flota antes de acabar 2020. En Teruel se alinean todos los grandes modelos citados de las aerolíneas Lufthansa, British Airways, Air France, SAS y otras más, que allí permanecerán hasta que la demanda remonte o sean alquilados por compañía regionales. Una tercera opción es que sean desguazados para comercializar sus principales componentes, una alternativa que en algunos casos resulta más costosa que mantenerlos desterrados.

SourceAtalayar
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