Opinión desde el respeto. Aún esta caliente la noticia publicada por la mayoría de los medios de comunicación de que "El Rey pilota un NH90", "El Rey estrena el NH90" "El Rey pilota durante 30 minutos el nuevo helicóptero militar NH90" "El Rey efectúa tanto el despegue como el aterrizaje de regreso a la base aérea madrileña…" etc, etc…
No se si es por el cambio climático, por la crisis que estamos sufriendo unos más que otros ó por la razón ó sinrazón que sea, da la sensación que estamos perdiendo el juicio.
Aún recuerdo el escándalo mayúsculo con repercusión mediática a nivel mundial cuando en Febrero del 2.010 en la Torre de control del aeropuerto de Nueva York (John F. Kennedy) se le ocurre a un controlador aéreo llevar a su hijo al trabajo y bajo su supervisión permitirle hablar con los pilotos autorizando despegues y deseándoles un buen viaje. No tardo mucho la FAA (Federal Aviation Administration) en abrir una investigación y poner tanto al controlador como a su supervisor en lo que allí se llama "paid administrative leave".
Alguien del entorno de Su Majestad se está equivocando y se está equivocando mucho al igual que algunos medios de comunicación. Cuando el Rey dentro de su ámbito de actuación hace algo loable, se le debe de dar publicidad e incluso adornarlo con papel de seda para fortalecer su figura. Pero si lo que se ha hecho, tal y como nos lo han contado los medios, va en contra de las más elementales normas de seguridad y del sentido común, pudiendo haber puesto en peligro la vida de al menos la tripulación del NH90 (incluido el Rey) llevando a cabo operaciones tan delicadas como el despegue y aterrizaje, que en ocasiones incluso con profesionales (piloto y copiloto) que vuelan todos los días, bien por un despiste humano, ó fallo mecánico acaban en tragedia, no hace falta ser muy listo para ver el riesgo que se corre si el que pilota no está cualificado para hacerlo en esa aeronave, tiene 74 años y un historial de varios accidentes en tierra firme, uno de ellos recientemente con resultados e implicaciones nada deseables. ¿Qué quieren? Que si hubiera habido un incidente ó accidente hubiera tenido que repetir de nuevo "he hecho mal y no volverá a ocurrir".
La seguridad en cualquier área y sobre todo en el sector aéreo es algo muy serio y no conviene tentar al diablo. Otra cosa hubiera sido en el simulador, donde podría incluso haber intentado hacer un "loop" doble con toma sobre una plataforma petrolífera en movimiento sin el rotor de cola y con viento huracanado.
Después de mencionar el riesgo de vidas humanas, no queda más remedio que comentar que el susodicho "juguete" tiene un valor de más de 22 millones de euros que han salido del bolsillo de todos los contribuyentes y no es muy recomendable correr el riesgo de dañarle ó perderle.
Y ya por último, la noticia se vende, o al menos esa es mi percepción, como que ha sido un capricho de Su Majestad el probar ese juguetito ya que el motivo no ha sido ni para mejorar la seguridad aérea (más bien todo lo contrario), ni los procedimientos, ni el "hardware". Ese capricho ha costado un dinero a los contribuyentes que sobre todo con los tiempos que corren de una situación económica muy, muy difícil, hay mejores nichos donde invertirlo. Es de una torpeza extraordinaria tratar de ensalzar la figura de Su Majestad con algo que no debería de haber ocurrido tal y como ha ocurrido. La mujer del César ya saben, además de serlo, debe parecerlo.
Supongo que AESA (Agencia Estatal de Seguridad Aérea), si tuviera competencias, cosa que dudo al presentarse en una base aérea militar, ya habría abierto una investigación y a la tripulación del NH90 y la habría puesto en "paid administrative leave" hasta que se esclarecieran los hechos. A no ser que AESA sea como aquel gato que fuera tan bueno, tan bueno que no cazaba ratones.
En fin, que estas cosas es mejor no hacerlas, si se hacen que sea de la forma más discreta posible como lo del "Top-less" de la princesa Kate Middleton y si se destapan habrá que dar alguna explicación.
J.M.M.C.