El consorcio europeo-estadounidense EADS-Northrop Grumman anunció hoy que se retira de la puja por el contrato de 35.000 millones de dólares para la construcción del futuro avión cisterna de la Fuerza Aérea de EE.UU., por considerar que los términos de la licitación favorecen la propuesta de Boeing.
Los términos de licitación, que cambió el Pentágono en febrero, "favorecen claramente a los aviones cisterna de reabastecimiento más pequeños de Boeing, sin tener en cuenta la capacidad de otros tanques más grandes, lo que nos excluye de cualquier oportunidad competitiva", dijo el consorcio en un comunicado.
"Lamentablemente esto significa que la Fuerza Aérea estadounidense operará con aviones cisterna menos capaces que muchos de nuestros aliados", agregó.
Por ello, tras hacer un "análisis exhaustivo" de la solicitud de propuestas finales, EADS-Northrop Grummnan determinó que no va a presentar una oferta al Departamento de Defensa para fabricar el avión cisterna KC-X, lo que deja a Boeing como único aspirante al contrato.
Ambas compañías llevan años disputándose esta licitación, que en febrero de 2008 fue concedido al consorcio europeo-estadounidense, pero la operación que quedó es suspenso cuatro meses cuatro meses más tarde cuando la Oficina de Contraloría del Gobierno estadounidense avaló una protesta presentada por Boeing.
Esta compañía aeronáutica alegó que la Fuerza Aérea no había evaluado las propuestas usando los mismos criterios para ambas.
El proceso fue revisado y la Fuerza Aérea de Estados Unidos anunció en septiembre de 2009 la reapertura de la licitación con nuevas normas.
El subsecretario de Defensa, William Lynn, lamentó la retirada del EADS-Northrop Grumman que, según dijo,"en la última licitación compitió bien en precio y en otros factores no económicos" y defendió las condiciones del Pentágono para las licitaciones.
"Creemos firmemente que los términos de la licitación están estructurados de manera justa y permiten a ambas empresas competir de manera eficaz", señaló Lynn.
El alto funcionario afirmó que los cambios tuvieron como objetivo reducir el riesgo de incremento económico anual y no en los requisitos de los aviones de guerra "para dar cabida a cualquier oferta".
"El Departamento (de Defensa) apoya firmemente las relaciones transatlánticas de defensa industrial y cree que se benefician a las Fuerzas Armadas estadounidense y a los contribuyentes", agregó.
Boeing ha propuesto el uso de su modelo 767, ensamblado en una fábrica en Everett, en el estado de Washington, y que sería convertido en avión cisterna en una planta de Whichita, en Kansas.
Por su parte, EADS-Northrop Grumman propuso usar el fuselaje del Airbus330, ensamblado inicialmente en una fábrica de Airbus en la localidad francesa de Toulouse y que concluiría en la llamada Aerospace Alliance, con sede en Alabama.
Lynn anunció el pasado 24 de febrero que el Pentágono hizo 230 cambios en los términos de referencia de la licitación para reemplazar los 179 aviones cisterna Stratotankers KC-135 que la Fuerza Aérea estadounidense ha operado desde la década de 1950.
Entonces aclaró que los cambios no incidían en las condiciones del concurso y que se acordaron con el fin de atender necesidades básicas, como el establecer un precio fijo de fabricación que podría ser ajustado según el índice de inflación.
Los licitadores tenían 75 días para presentar sus propuestas y el Pentágono tenía que anunciar su decisión en el plazo de los 120 días siguientes.