En menos de 3 minutos se aproxima, toma y despega. El preciado don de una vida humana depende de la destreza, el pulso, y sobre todo, del entrenamiento del piloto. La noticia no ha tenido demasiada relevancia, pero, seguramente para el protagonista, el enfermo, y para su familia, el sonido del rotor del helicóptero del Summa, haya sonado a música celestial.
El "Pesca" de Salvamento Marítimo, rescataba a varios tripulantes de una embarcación cerca de la costa cantábrica con viento racheado de más de 100 kilómetros hora. La vida continúa.
No dejaremos que el año 2011 se extinga, sin el merecido homenaje, al menos desde estas líneas a esos pilotos que como textualmente han dicho hace no mucho tiempo, "a pesar de estar entre la espada y la pared, no podemos dejar de prestar este servicio vital".