Navantia realiza las últimas pruebas de mar del LHD Juan Carlos I antes de su entrega oficial a la Armada. El principal objetivo de este último examen es comprobar el funcionamiento de las hélices, que fueron sustituidas tras detectarse problemas de cavitación en las palas delanteras de las hélices de los pods de propulsión.
Navantia comprueba las hélices del LHD Juan Carlos I antes de su entrega a la Armada
El buque partió a las 10,00 horas del martes, 24 de agosto, desde las instalaciones de Ferrol y está previsto su regreso en la tarde del miércoles 25, según informa La Voz de Galicia. Además, la fragata Álvaro de Bazán (F-101) abandonaba en la misma mañana la base ferrolana para colaborar con el Juan Carlos I en el examen. Las pruebas se realizan en un área situada a unas quince millas de tierra situada entre las rías de Ferrol y La Coruña.
A bordo del Juan Carlos I viajan unas 250 personas, continúa el citado periódico, en su mayor parte técnicos de Navantia y de las empresas suministradoras. De su dotación solo lo hacen unos sesenta miembros, una cuarta parte de los militares que la conforman.
Asimismo, también navega personal del programa australiano que dotará a la Armada de dicho país de dos LHD gemelos basados en el prototipo del Juan Carlos I. Navantia indicó que dicho personal viaja por invitación y que no tomarán parte en las pruebas. Al frente de todos embarcó el director del astillero Fene-Ferrol, Esteban García Vilasánchez.
Estas pruebas completarán las realizadas entre el 24 de mayo y 2 de junio, cuyos resultados fueron completamente satisfactorios tras obtener una velocidad sostenida superior a la inicialmente prevista y mostrando docilidad y gran capacidad de giro en poco espacio gracias a la propulsión mediante pods.
El LHD Juan Carlos I tiene 230,82 metros de eslora (202,3 de cubierta de vuelo), 32 de manga y más de 27.500 toneladas de desplazamiento a plena carga. Entre las innovaciones tecnológicas que incorpora destaca la propulsión de tipo CODLAG (COmbined Diesel-eLectric and Gas turbine). En esta propulsión combinada dos motores MAN y una turbina de gas General Electric producen la energía eléctrica que alimenta a los sistemas de propulsión.
Dispone de dos cámaras de máquinas separadas. Una a popa albergando la turbina de gas y el correspondiente sistema de producción de energía eléctrica. La segunda está ubicada en proa y aloja dos motores diesel con los correspondientes generadores. Los elementos de impulsión son dos pods azimutales en popa, cada uno con un motor eléctrico de 11 megawatios que acciona dos hélices, una delantera y otra trasera.
Además, se han instalado prototipos de numerosos equipos y sistemas, como los complejos sistemas de estanqueidad de zonas de fuego en las grandes cubiertas de hangar y garaje, mediante mampararos desplegables, así como los radares de la familia Lanza desarrollados por Indra o el sistema de combate Scomba de Navantia Faba.