Guadalajara, SP, 27 de mayo de 2013.- El pasado sábado 25 de mayo, Carlos Barone pasaba el relevo de la Secretaria General de FSAI (Federación de Sindicatos Aeronáuticos Independientes) a su compañero Fernando Díaz. El hecho es de una trascendencia, con la sombra del SES, y SESAR, en el horizonte, dificilmente valorable para la Navegación Aérea española. Ellos, los ATSEP, son los profesionales de la seguridad electrónica del tráfico aéreo. Ellos, los ATSEP organizados en FSAI, son el último bastión del sindicalismo independiente en la Navegación Aérea en plena lucha. Los intentos de neutralizarlos, pasados, y actuales, son la prueba de que lo que dicen tiene ese componente de profesionalidad que tanto molesta a AENA-NA y a los sindicatos afines de esta patronal. El cielo debe ser para los que lo trabajan. Y ellos, no sólo trabajan para procurar la seguridad a los equipos y sistemas que manejan los controladores aéreos, tambien lo hacen para el conjunto de la navegación aérea cada vez que un avión despega o aterriza, o simplemente navegan por nuestro espacio aéreo. Angeles custodios de la safety… una cadena a la que pertenecen.
Carlos Barone, comenzaba su formación en la Escuela de Transmisiones del Ejército del Aire, en Cuatro Vientos, allá por el año 1972. Aunque el destino parecía que le tenía reservado un hueco profesional tambien en un sector de precisión, el de la relojería, e incluso sus dotes artísticas podrían haberle llevado a la Escuela de Bellas Artes, influído quizás por la luz malagueña que Picasso captó tan magistralmente. Pero, una visita casual junto a un hermano suyo técnico en equipos de Rayos X, hizo que depronto se le encendiera una vocación que en cierto modo le pudo parecer milagrosa, y que aunaría sus dotes para la precisión con los relojes, y las aptitudes artísticas que le marcaban ya desde su infancia. Quizás por eso, tras su formación militar, probó durante años en la empresa privadaCESELSA-20 años- en lo que sería el germen de Indra, que la absorvió. Con un perfil técnico-artístico así, quizás no encajara para su trayectoria vital, el ambiente militar. Alguna fuente de FSAI me comentó que años después, Barone intentó visitar la Escuela de Transmisiones de LECU, pero no se le facilitó el acceso a la misma. Algo increíble para cualquier ciudadano que se hubiera formado entre sus paredes. Y además se trataba del Secretario General de FSAI. España en así.