ESA, Europa.- Según la estimación más aproximada, cada año se vierten al océano 10 millones de toneladas de plástico —el equivalente a verter todo el cargamento de un camión cada minuto— sin embargo, los investigadores solo saben qué ocurre con aproximadamente el 1 % del total. En el futuro, el seguimiento por satélite podría ayudar a rastrear su alcance y saber hacia dónde se dirige, en caso de demostrarse su eficacia práctica.
«Ahora mismo, nuestro objetivo consiste en responder a algunas cuestiones fundamentales», afirma Peter de Maagt, ingeniero de la ESA, que supervisa la campaña.
«Para empezar, ¿es posible detectar en alguna medida plásticos flotantes mediante seguimiento espacial? Y, en caso afirmativo, ¿qué técnicas son las más prometedoras, con qué frecuencia y con qué sensibilidad? Hasta ahora, los investigadores hemos realizado hipótesis para ver que podría funcionar mejor, pero estamos trabajando para evitar basarnos en conjeturas».
Las pruebas tuvieron lugar en el instituto de investigación Deltares, cerca de Delft, Países Bajos, en su gigantesca instalación que reproduce las condiciones de la cuenca atlántica.
Anton de Fockert, ingeniero hidráulico de Deltares, explica: «Esta es una instalación única de 650 metros cuadrados, equipada con generadores de olas para crear olas realistas de aguas profundas propias de los océanos«.
Peter señala: «Hemos decidido poner esta instalación a disposición de diferentes grupos europeos que investigan métodos para identificar la basura plástica marina vía satélite. Los equipos se seleccionaron a través del Open Space Innovation Platform de la ESA, en busca de nuevas ideas para nuevos proyectos de investigación espacial«.
Añade Anton de Fockert: «El plástico utilizado en la instalación incluía material previamente recuperado del mar por las campañas de limpieza de Stichting de Noordzee y Schone Rivieren, así como otras muestras «recientes»«. Para conseguir el mayor realismo posible, se introdujo en la instalación el tipo de plásticos más habitual en el mar, como bolsas, botellas, redes y cuerdas marinas, cubiertos y bolas de espuma de poliestireno. También se añadieron elementos no plásticos para imitar mejor la distribución real que se encuentra en el mar, como colillas de cigarrillos.
«Esta primera campaña de pruebas duró dos semanas, más una semana inicial de preparación«, apunta Peter. «Empezamos de forma sencilla, con mucho plástico flotante y sin olas, pasando a reducir la cantidad total de plástico al empezar con olas suaves, para luego hacerlas progresivamente más grandes«.
Situándose a cierta altura de la instalación, los equipos participantes, junto con su instrumental especializado, intentaron simular las observaciones desde el espacio.
Los equipos del Instituto de Telecomunicaciones de Portugal y la Universidad de Stirling de Escocia utilizaron la teledetección por radar. La Universidad Politécnica de Cataluña, España hizo uso de la reflectometría GNSS, que se basa en las señales que emiten los satélites de navegación. Por último, un grupo de la Universidad de Oldenburg de Alemania desplegó instrumental óptico.
Mientras tanto, un equipo mixto, formado por miembros de la Universidad de Alberta de Canadá y de la Universidad Técnica de Delft en los Países Bajos realizaron análisis físicos fundamentales, incluido el intento de cuantificar mejor el movimiento ondulante que describe la basura plástica marina, lo que podría aprovecharse para estimar las concentraciones de plástico en el futuro.
«Ahora estamos procesando los datos» explica Peter. «Los resultados iniciales parecen prometedores, lo que significa que, en determinadas circunstancias, los equipos recibieron señales utilizables, pero aún queda mucho por analizar. Pretendemos aprovechar el tiempo entre esta campaña de prueba y la de seguimiento, prevista para principios del año que viene, para identificar las discrepancias de conocimiento en las que habrá que centrarse más«.
Este proyecto forma parte de una campaña más amplia de la OSIP sobre la basura plástica marina, apoyada por el programa Discovery and Preparation de la ESA, que supervisa la investigación básica que sentará las bases de las futuras misiones de la Agencia.
Ver el vídeo completo de Planet Aqua, un documental sobre tecnologías espaciales para la gestión del agua, incluida la detección de residuos plásticos marinos, presentado por el astronauta de la ESA André Kuipers.