Madrid, SP, 26 de mayo de 2015.- »Cuando el amparo de la Ley no existe para los ciudadanos, han de tomarse medidas extremas…, para restituir el imperio de la Ley». En ningún país civilizado sería admisible el que tras el archivo de una causa judicial, de forma definitiva, por unos sucesos que según algunos Tribunales han fallado, no fueron consecuencia de un «abandono masivo» por parte de los controladores aéreos (pese a las declaraciones en Sede Judicial y Parlamentaria de forma pública y notoria, sobre las que nadie ha intervenido), el 3D2010, que una empresa pública, AENA entonces, hoy ENAIRE, se tomara la justicia por su mano, y según algunos expertos en «fraude de Ley» reabriera unos expedientes laborales fuera de tiempo según ya explicábamos hace unas semanas. Si al supuesto «fraude de Ley», y supuestamente «a sabiendas» de estar incurriendo en dicho fraude, el Ejecutivo no interviene con todo el poder del que está dotado, para restituir la Ley, éste tambien queda marcado por la pérdida de ese legítimo poder , y el propio Poder Judicial, desautorizado, puesto que una empresa rectifica el sentido de su fallo, nada menos. Al margen de las inexactitudes de la prensa en el día de hoy, mayoritariamente los controladores españoles han ratificado la propuesta de paros parciales de 2 horas por turno, durante los días 8,10,12 y 14 del próximo mes de junio. Pero lo que realmente los medios españoles no están comunicando a sus lectores, o telespectadores, es que la situación actual dentro de ese colectivo es mucho más que insostenible por mucho tiempo más. La indefensión, y la dilación en finalizar todo el proceso judicial tras el patronal cierre del espacio aéreo-según algunos tribunales-, cinco años después, está pasando una factura que directamente atenta contra la seguridad de las operaciones aéreas, única y exclusivamente por la degradación de los FFHH que deben realizar el servicio de controlar los aviones que sobrevuelan nuestro espacio aéreo. Efectivamente se trata de una opinión, pero la opinión profesional de Informes como el de Piñuel, ahondan en la enorme preocupación por lo que está sucediendo hoy.
Los controladores en el día de hoy han votado mayoritariamente a favor de estos paros. Pero ha habido una excepción, muy sintomática, como es la de que mayoritariamente han votado NO en la TWR de Madrid-Barajas. Este reducto «galo», en medio de lo templado del pronunciamiento mayoritario a favor de los paros parciales, realmente está indicando por un lado que el epicentro del miedo podríamos situarlo allí de forma simbólica y de la decepción, unido al epicentro de las posturas más propensas quizás a no amagar simplemente con unos paros parciales, e incorporarse al mercado de los derechos de los países de nuestro entorno, entre ellos al derecho a huelga, como recientemente ha sucedido en Portugal o Francia sin que ningún medio cacareara como lo suelen hacer los medios españoles cuando asocian maliciosamente «huelga y controlador». Claro que con la reciente aprobación casualmente hace unas semanas de una normativa aún más restrictiva por el Gobierno de la Nación, nos encontramos como el poder ha reforzado su vertiente represiva para estos trabajadores, dándole forma de Ley mordaza.
Las posturas templadas de los controladores aéreos están señalando que el Síndrome de Estocolmo por la presión que llevan ya cinco años soportando, está haciendo mella seriamente. Esto, en otro oficio quizás simplemente podría tener unas consecuencias a las personas que lo sufren, limitadas a ellas mismas. Pero en el caso que nos ocupa la trascendencia es una derivada de la función que ejercen. Deben saber los lectores que ante una situación como esta, los poderes públicos que sufragan los ciudadanos con sus impuestos, miran para otro lado, y aquellos que tienen el sagrado deber de velar por la seguridad, supervisar el cumplimiento de la normativa, y corregir las falencias detectadas, es decir AESA, no está ni tan siquiera recibiendo por temor puro y duro, quizás notificaciones al respecto, y tampoco lo está de oficio investigando.
Los controladores aéreos españoles, cinco años después, tienen conculcado un derecho fundamental como es el de poder ir a la huelga. Estos paros convocados verán como los Servicios Mínimos que se decreten, estarán por encima del 100%. Y esta es la gran contradicción, puesto que si se trata de un servicio público esencial, ¿cómo es posible que se esté prestando en estas condiciones?.
Murphy, efectivamente amaga pero al final golpea. La mayor parte de las veces amaga el muy cínico. Pero cuando se alínea con las circunstancias desfavorables no hay forma de pararle. Murphy está revuelto. Ve un personal presionado, cansado, desmotivado, y sobre todo, ultimamente, muy decepcionado con aquella esperanza zamorana que recogió el testigo del bachiller Blanco. Murphy no mide cuando su paciencia, cuando esa alineación fatal se manifiesta. Murphy está viendo como a ese capital humano devaluado por las circunstancias, se está sumando ultimamente el que se reiteran fallos técnicos importantes como caída de radar o comunicaciones nada menos. Murphy observa a uno de nuestros controladores que frente a su consola por primera vez en años ha tenido la horrible sensación que un conductor tiene cuando se olvida de que está conduciendo y los kilómetros pasan en blanco delante de sus ojos fijos… Murphy está agazapado esperando la alineación final de la presión+fallo técnico+… cualquiera sabe que más eslabones herrumbrosos esperando la situación propicia.
Los controladores españoles hoy han amagado con unos inocentes paros parciales el derecho a huelga. Pero ese es un derecho que además de poseerlo según nuestra Constitución marca, hay que defenderlo, según tambien marca esa Constitución. No se trata de heroicidades ya. Se trata simple y llanamente de defendernos a todos cuando un derecho fundamental se ve violentado. Tambien lo ha sido el obviar la voz de la Justicia, y tomársela por su mano, por la vía del procedimiento laboral interno. Los 61 trabajadores de Barcelona han visto como pese a un pronunciamiento judicial en firme, a pesar de ello, se han utilizado otras vías para mostrar en manos de quién está el poder… simplemente. Cuando el poder se ejerce por aquellos a quien no compete, por encima del Ejecutivo, del Judicial, a nadie se le ocurriría erigirse en el cuarto poder en la sombra, la Empresa. Ya sólo nos faltaba eso.