En nota de prensa, la propia AENA reconoce que los aeropuertos mejoraron claramente sus resultados en 2010. Pero lo curioso es que los gestores del Ente Público, consideran todo un éxito los -376 millones de euros de déficit. Su presidente, el Sr. Lema no cabe en sí, y además lo explicitan profusamente en su comunicado. Ayer, el Inquilino de Fomento, apuntaba que el Ente saldría de números rojos antes de lo previsto, el próximo año. Justo, casualidades, cuando comienzan a pulirse ese patrimonio…
Dos de cada tres aeropuertos de Aena mejoraron sus resultados en 2010, gracias al aumento de los ingresos y la disminución de los costes propiciada por el Plan de Austeridad aplicado durante el pasado ejercicio y las reformas en el sistema de navegación aérea, que han permitido reducir un 65% el déficit de la tarifa de aproximación que cada año sufragaban los distintos aeropuertos. Los aeropuertos de Aena registraron el año pasado un resultado operativo (antes de impuestos) de -376,7 millones de euros, lo que supone una mejora del 20% respecto a 2009. De los 47 aeropuertos de Aena, 27 mejoraron sus resultados en 2010. Cuatro de ellos -Bilbao, Fuerteventura, Ibiza y Valencia- pasaron de registrar pérdidas en 2009 a beneficios en 2010.
Por lo que se refiere a los 7 grandes aeropuertos de la red de Aena, todos, excepto Barcelona y Málaga, mejoraron sus resultados en 2010. La evolución de los resultados de estos dos aeropuertos se explica por el incremento de los gastos de explotación y las amortizaciones derivados de la puesta en servicio de las nuevas terminales. En ambos casos, el aumento del tráfico que se está 2/2 Nota de prensa
registrando permite prever una mejora de los resultados en los próximos ejercicios. Palma de Mallorca y Alicante incrementaron sus beneficios, que rozaron en ambos casos los 44 millones de euros, y se mantienen como los dos aeropuertos más rentables de la red de Aena. Les siguen Gran Canaria y Tenerife Sur que también aumentaron sus beneficios en 2010, un 35% y un 27%, respectivamente. Madrid consiguió reducir un 40% sus pérdidas que se explican por las amortizaciones derivadas de las fuertes inversiones realizadas en los últimos años