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marzo, martes 19, 2024

El padre de un militar fallecido en helicóptero le reprocha a Bono, como otros hicieron con Chacón

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Madrid, SP.- Actitud obstruccionista, desamparo…son dos calificativos con los que se expresa el comportamiento de José Bono con las familias de los 17 militares fallecidos en Afganistán en agosto de 2005, que han vuelto a reabrirse, según aparece hoy en ABC. De nuevo nos encontramos con un accidente cerrado en falso, o al menos no aclarado para los familiares de los finados en él. Eduardo Guitard, padre de uno de los pilotos fallecidos entonces, y que hoy en el periódico decano español señala que no ha conseguido que se le dijera si se trató de un accidente o un ataque talibán señalando que Bono «no dijo nada, ocultó la verdad, no nos quiso dar el Sumario» 

El padre del militar español señala que ha vivido en primera persona la obstrucción de Bono para que no se supiera lo que pasó. El Sr.Guitard lógicamente ha saltado como un resorte cuando ha presenciado, como tantos españoles han tenido que asistir, a la sobreactuación del político manchego cuando ha olido carnaza en clave política con el caso del Yak42. El Sr.Guitart sentencia y equipara el inhumano trato dispensado a los familiares del Yak42, con el del luctuoso suceso del Cougar cuando declara que «Bono nos dejó a todas las familias desprotegidas, indefensas y desamparadas...» Tacha a Bono de «fariseo» y dice que no puede dar lecciones de nada.

Guitard ha estado durante años buscando algo que siempre buscan los familiares con desesperación, simplemente «La Verdad» de lo sucedido, como única fórmula para encontrar la la Paz y la Justicia. No hay otra vía para llegar al mínimo de paz posible tras un trance semejante. Guitard desenmascara a Bono cuando le tilda directamente de «fariseo» en términos bíblicos, además de indicar que «no es precisamente alguien que pueda dar lecciones de nada…»

Las dudas del padre de uno de los militares fallecidos entonces, fueron ratificadas por la pericia realizada y recogida por el Juzgado Togado Militar número 11 en 2010 que según desveló ABC entonces «El accidente se produjo por la concurrencia de una serie de factores relacionados con la situación en la zona de operaciones, el procedimiento de vuelo, la misión en ejecución, factores humanos, las condiciones meteorológicas o cualquier hecho imprevisto, sin que, por ello, se pueda atribuir el siniestro de forma directa a mala praxis o negligencia por parte de la tripulación de la aeronave»

Bono tuvo que declarar al reabrirse el caso en 2008, pero por escrito en lugar de en persona, como lo hizo con el Yak42, poniendo de manifiesto que se destruyeron pruebas para evitar que se supiera lo que pasó realmente. Guitard no quiere perdón, sólo quiere la Verdad, y señala que Bono la ha ocultado.

Durante la gestión de Carme Chacón como Ministra de Defensa

Hace unos años tuvimos la oportunidad de entrevistar a Clara Pérez, viuda del capitán Santiago Hormigo, que junto con Ruth Osete, viuda del sargento Joaquín López denunciaban sobre el accidente de otro helicóptero en Bosnia el 19 de junio de 2008, que la investigación desarrollada por la CITAAM simple y llanamente había sido una «chapuza».

Carme Chacón era entonces Ministra de Defensa. No sé llegó al final a determinar con precisión lo sucedido técnicamente. Tan sólo se concluyó que se trataba de un fallo mecánico de forma genérica, pero si se hubiera querido llegar a determinar con absoluta precisión lo sucedido, hubieran tenido que ser los familiares los que costearan la costosa pericial, nos señala hoy Clara que recuerda lo sucedido entonces.

También estas dos viudas de militares españoles seguían buscando dos años después la «Verdad» de lo sucedido, cuando su maridos, junto con dos militares de nacionalidad alemana, fallecían en este accidente. La gestión de los restos del aparato, llevados a tres dependencias distintas, fue uno de los motivos para añadir desconfianza a los familiares respecto a la CITAAM. En este caso surgieron numerosas preguntas durante la investigación, entre otras cosas la composición de la propia CITAAM, que no obtuvo respuesta alguna para los familiares.

También las dos esposas de los fallecidos señalaban que «Chacón ha incumplido lo prometido» en relación con una investigación «a fondo» de lo sucedido. El trato fue calificado por ambas como «frío y distante» por parte del Ministerio de Defensa. Los militares españoles pertenecían a las FAMET, y sólo el Jefe de la Unidad, llamó al poco tiempo de celebrado el funeral, a una de las dos esposas para interesarse por su estado.

Clara Pérez rechazó por absoluta dignidad un regalo que por Navidades le envió Carme Chacón. Clara «no quería un detalle» de la Ministra, le envió una carta que nunca le contestó, en ella entre otras cosas, pedía ayuda psicológica para su hijo menor, para ayudarle a afrontar el fallecimiento de su padre en acto de servicio.

Hoy hablábamos con Clara, y afortunadamente la vida sigue su curso, lógicamente sin olvidar, pero su curso sigue. Imagínense en estos días lo que estas personas pueden haber estado pensando en su interior al escuchar las pavoneantes declaraciones de Bono, de Chacón… Imagínense lo que deben estar pensando los familiares de los fallecidos en los dos accidentes de Super Pumas del Ejército del Aire del SAR Canarias, aún más recientes.

Creo sinceramente que aunque intentemos empatizar ni nos acercamos lo más mínimo a la sensación que deben estar teniendo los familiares, en estos días viendo ciertas sobreactuaciones, y viendo como se desatan los intentos de instrumentalización política de un asunto tan doloroso, y tan profundamente injusto con los familiares. Un intento que resulta absolutamente repugnante para el espectador objetivo.

Han abierto una «Caja de Pandora» con motivo del Yak42, que justamente los familiares, han logrado un cierto nivel de reconocimiento a su tesón durante estos años, y un cierto grado de respeto tardío hacia sus familiares. Respeto inmensamente tardío. Pero se trata de tan sólo la punta de iceberg del trato que se les da a nuestro militares cuando se produce un suceso trágico como estos. Quizás incluso peor por el carácter militar de las operaciones u operaciones en las que actuaban los fallecidos, que en el ámbito civil de los accidentes aéreos de la aviación comercial. El denominador común, el patrón, es siempre el mismo, un trato muy lejos de la altura a la que deberían estar las teóricas autoridades militares y civiles, y huir como gato escaldado de la Verdad, no vaya a ser que les salpique algo si se produce su esclarecimiento. No vaya a ser que a través de la Verdad…, llegue al final la Justicia. Y así, con esa clara mentalidad es muy difícil avanzar en el respeto mínimo que estas familias deberían recibir. Respeto que incluye siempre la Verdad por delante.

 

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