Madrid, SP.- Ayer se hacía historia en Madrid. De la mano de SLTA, el sindicato que tras casi 5 años se ha situado a la cabeza de la representación de los Trabajos Aéreos en España de los trabajadores, se celebró ayer en Madrid lo que podemos intuir será el germen de la confluencia de los distintos profesionales que intervienen en este Sector que atraviesa una profunda «reconversión» desde las prácticas del pasado, para afrontar los nuevos retos con los que nos encontramos en nuestro país.
Más de un centenar de inscritos venidos desde todos los puntos de la Piel de Toro, algunos de ellos intervinieron por videoconferencia, ha logrado algo que hasta ahora parecía un intangible imposible, como es que los distintos gremios, empiecen a liderar el Sector que es su forma de vida, más que su profesión incluso, y tengan conciencia de pertenencia a un sólo cuerpo profesional.
Pilotos, TMAs, Operadores Tácticos de Misión, junto con ATSEPs o Bomberos Forestales, con el común objetivo de dignificar de una vez por todas sus profesiones. Colectivos que dejan de mirarse el ombligo para trascender a la significación profesional.
No se descartan medidas de presión in extremis
Espíritu constructivo, pero pragmático. Sin descartar ninguna medida de presión si las cosas no cambian razonablemente a mejor. «Con los pies en el suelo, y las alas a los mandos». Las prácticas recientes de represión laboral (despido del presidente del sindicato incluido) tienen que dejar paso a la incorporación de estos profesionales en unas dignas condiciones como para poder vivir de su profesión, más aún, teniendo en cuenta la demanda de pilotos y TMAs que ya resulta más que complicado para los operadores cubrir. Los profesionales tienen que intervenir en las contrataciones públicas de estos servicios públicos. Implicarse sí, pero con respeto a estos profesionales en el amplio sentido del término y del gremio al que pertenezcan.
Orgullosos de su profesión.
La Reunión nos permitió observar cómo han cambiado las cosas en este Sector, y cómo los años de fuego de la crisis han ido pasando factura a los distintos colectivos que hacen posible estas operaciones aéreas tan complejas, incluso socialmente tan reconocidas, pero que no tienen por otro lado un reconocimiento práctico desde el punto de vista de los propios operadores en los que trabajan. La precarización va más allá de unos salarios que han supuesto una bajada entorno al 17% del IPC en los últimos 10 años (2007-2018), con índices de siniestralidad entorno al 0,65% del total del colectivo. Es el equivalente a que se produjeran 110 accidentes diarios en España.
«Dietas que se convirtieron en salarios nos hizo terminar como jornaleros…» señalaba un veterano interviniente. Hasta la Formación ha visto como el ajuste de la crisis le pasaba factura, lo que es gravísimo y es algo que es tan inadmisible como amenazante para la seguridad de estas operaciones críticas. Un 12% en España, frente a un 20% de media en Europa, es un agravio evidente entre la inversión que realizan los operadores en formar adecuadamente a sus profesionales. «En Formación, ¡ni un paso atrás…» señalaba otro de los intervinientes.
Todos y cada uno de los colectivos, ayer reunidos y unidos en Madrid, han sufrido en estos años el efecto de una crisis, que tambien se evidencio no se debe a que los operadores no obtengan beneficios, pues esto no es así, sino más bien a las condiciones de las contrataciones de las distintas administraciones que subastan estos servicios esenciales.
En este sentido la Ley 9/2017 sobre Contratos Públicos puede si se aplica correctamente, que permita participar a los profesionales en el antes, durante y después, hasta la adjudicación final de dichos contratos. Aquí las organizaciones sindicales van a tener mucho que aportar, para que el binomio precio-calidad, se sobreponga al imperante de precio-precariedad que es el que ha conducido a la actual situación. Las bajas al límite de lo temerario ya tendrán el filtro de los profesionales para que haya un equilibrio aceptable. La idea que emana es que las adjudicaciones se hagan a las empresas que lo hagan mejor desde el punto de vista de la operación, y no exclusivamente como hasta ahora que lo hagan más barato.
Convenio Sectorial, la clave
Desde el punto de vista laboral, un Convenio Sectorial, será clave, apuntaban ayer, y la subrogación laboral puede convertirse en la tabla de salvación para conseguir un aceptable nivel de estabilidad laboral. «Estamos perdiendo la dignidad en el Sector…» señalaba alguno de los profesionales. «Se sigue pagando lo mismo que hace 25 años…»
El ejemplo que se puso de que estas empresas dan beneficios que hacen posible la reconducción de las condiciones laborales, es la reciente irrupción de una filial de Air Nostrum, PLYSA, en el Sector, que ha anunciado el desembarco de una flota de ala fija de Trust Commander considerable de unos 50 aviones.
Como conclusión, este Foro de referencia va a tener continuidad, seguimiento, trabajo y aportaciones. Pero el volver a dar dignidad a todos y cada uno de los colectivos que intervienen en el Sector de los Trabajos Aéreos en nuestro país es el requisito previo, para que las contrataciones públicas tengan la calidad como norma, y no, como sucede actualmente el precio de éstas. Hay límites económicos que chocan frontalmente con la seguridad y evitar esto es lo que los profesionales pretenden.
En LCI concretamente y la vista de los devastadores incendios de nueva generación que estamos siguiendo en California, se evidencia que la reconducción profesional de este Sector es ya una necesidad imperiosa ante esta amenaza cada vez más violenta en la Lucha Contra Incendios.
Ayer los asistentes hicieron Historia…