Guadalajara, SP, 30 de octubre de 2013.- El Colegio Oficial de Pilotos COPAC, lamenta el trágico accidente de un avión ligero de instrucción, concretamente una Piper PA-28, matrícula EC-KPC, que se producía el pasado domingo en las inmediaciones de Agaete, Gran Canaria. Esta entidad corporativa insta a la aplicación del RD de Asistencia a las Víctimas y Familiares de Accidentes de Aviación Civil. Aunque no está claro si entra del ámbito competencial de esta normativa, desde el primer momento, las autoridades canarias han atendido a los familiares de los implicados en el accidente. El tono de la nota de COPAC, apunta un cierto hartazgo sobre la reacción institucional, y las actuaciones tanto de la CIAIAC, como de AESA ante este tipo de sucesos. No en vano, en enero de 2012, ya advirtieron con un Informe que los vuelos de instrucción y extinción de incendios llevaban una década siendo los de más alta siniestralidad, dentro de los Trabajos Aéreos. Pero es que además, en el mes de marzo, analizaban los informes del período 2001-2011 de la CIAIAC, concluyendo que más del 50% de las fallas latentes en el sector de TTAA tienen en la falta de regulación su origen. Premonitorias palabras aquellas.
Ni que decir tiene que aún no se tiene ni el informe provisional de la CIAIAC sobre este accidente, y que no está ni mucho menos en la intención, como jamás se hace en este medio, especular con las causas probables del accidente en Canarias. Muy al contrario, según han revelado algunas fuentes, la Escuela que operaba la aeronave siniestrada, es exigente al máximo en cuanto a normativa para la realización de su actividad, y evidentemente, habrá que esperar a la publicación del informe oficial, para ver cúales son las circunstancias y hechos factuales en cuyo entorno se ha producido este luctuoso suceso aeronáutico.
Una vez analizadas estas recomendaciones, se constata lo que este Colegio Profesional lleva reclamando desde hace más de 10 años:
-
– Necesidad de una regulación específica del sector,
-
– Requisitos de competencia para los pilotos acordes con el tipo de actividad que
desempeñan,
-
– Mejora de los entrenamientos recurrentes para las tripulaciones que permitan el
desempeño de la actividad asignada con unos niveles aceptables de seguridad,
-
– Obtención de indicadores de seguridad (seguridad proactiva),
-
– Implementación de los Sistemas de Gestión de Seguridad en los operadores de
Trabajos Aéreos,
-
– Requisitos de seguridad en los pliegos de condiciones técnicas de las administraciones
contratantes de medios aéreos,
-
– Cumplimiento de los requisitos técnicos para el diseño de las infraestructuras
dedicadas a los servicios de emergencia,
-
– Formación específica para los pilotos sobre factores humanos, CRM y gestión de
errores y amenazas (TEM),
-
– Desarrollo de los Manuales de Operaciones de acuerdo con la norma de la propia AESA
que incluya el desarrollo de SOP ́s (Parte B del MO), entrenamiento (Parte D del MO),
descripción completa de los trabajos aéreos para los que están autorizados y,
-
– Un sistema de control e inspección efectivos.
Fuente COPAC: Recomendaciones tras el Informe de siniestralidad en TTAA según a quien van dirigidas.
De todo lo anterior surge evidentemente la pregunta de qué es lo que en estos años se ha hecho al respecto. Evidencia el tono de lo expresado en su nota de prensa por parte del COPAC, que no todo lo que se podría haber hecho. Es decir poco.