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marzo, jueves 28, 2024

No tengas miedo de volar a casa

El tráfico aéreo sufre un repunte en las épocas navideñas

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Florencia Amat / Aviación Digital, Sp. – Las Navidades son las fechas por excelencia para volver a casa. Da igual cómo: en coche, tren, avión… Las ganas de reencontrarte con tu familia y disfrutar de unos bonitos días en compañía a veces chocan con el deseo de contaminar lo menos posible. Y es que hay muchas personas que todavía se avergüenzan de viajar -sobre todo por estas fechas- por la huella medioambiental que puedan dejar detrás.

Contaminar es inevitable: hasta el acto más banal de nuestra vida cotidiana, como puede ser el generar deshechos que luego tiramos a la basura, contamina. No por ello debemos dejar de hacerlo, evidentemente; aunque sí es conveniente tener una idea del impacto que tienen nuestras acciones en el medioambiente. A raíz de esto, muchas personas en España eligen volver a casa por Navidad en tren en vez de en avión, porque piensan que es más sostenible. Pero ni todo es blanco ni todo es negro: para saber qué opción es la menos contaminante según qué caso, hay que tener en cuenta múltiples variables.

La aviación regional complementa al transporte ferroviario. Hay lugares de España en los que la conexión por tren es inviable, por lo que no queda más que recurrir al avión. Existen personas que, por el bien medioambiental, deciden hacerse largos viajes por carretera combinando varios medios de transporte solo por evitar el avión. Ya no por miedo ni por preferencia, sino por la idea preconcebida que se tiene de que el avión es el medio de transporte más contaminante de todos con diferencia. ¿A cuántas personas habremos escuchado decir esto a lo largo de estos últimos años?

No lo hacen con maldad. De hecho, estas personas solamente quieren hacer lo que creen que es correcto para nosotros y para nuestro planeta. Detrás de estas creencias erróneas no hay más que desconocimiento. Tendemos a pensar, como sociedad, que el tren consume menos que el avión y que por lo tanto, contamina menos. Y es verdad que si lo miramos fríamente, un trayecto Madrid-Barcelona en tren emite menos CO2 que el mismo camino en avión. Sin embargo, hay que tener en cuenta el CO2 que se emite por pasajero: es decir, si un avión que va lleno hace el mismo recorrido que un tren que deje la mitad de sus asientos sin ocupar, la contaminación por persona será mayor.

Luchando por la sostenibilidad más que ayer, pero menos que mañana

No solo eso: el compromiso que tiene el sector aéreo con la descarbonización es inmenso. Pese a que la aviación suele ser el sector que más atención recibe en los debates sobre la lucha contra el cambio climático, sólo representa el 11,6% de las emisiones del total del transporte. Emite algo menos de mil millones de toneladas de CO2 al año, alrededor del 2,5% del total de las emisiones mundiales.

Se están buscando soluciones para que los motores de los aviones sean más eficientes. Cada vez más aviones que operan regionalmente están incorporando turbohélices, los cuales emiten 69 gramos de carbono por asiento/kilómetro frente al jet regional (103 gramos de emisiones de carbono por asiento/km). Si sustituyéramos pequeños jets regionales por turbohélices en Europa reduciríamos un 33% las emisiones de CO2.

La caída en masa del tráfico aéreo doméstico podría afectar gravemente a nuestra economía. Ya lo dijo Carlos Bertomeu, presidente de Air Nostrum: “El turismo es la primera industria nacional, en España el 80 por ciento de los turistas llegan por vía aérea, lo que significaría que otras líneas aéreas europeas, competidoras de las españolas, se lanzarían a cubrir esas rutas desde los países emisores, con lo que el efecto buscado sería el contrario, con ruta más largas, y por tanto con mayores emisiones de CO2 a la atmósfera”. Afectaría también al flujo de pasajeros internacionales que salen de Madrid -haciendo escala- hacia otras ciudades españolas.

Bertomeu también apuntó que los vuelos de menos de 500 km donde exista una alternativa férrea (los cuales son los que normalmente la gente plantea sustituir por un viaje en tren) disponibles en España suman nada más que el 0,9% de las emisiones contaminantes aéreas del país.

Ni que decir tiene que hay veces en las que la conexión en tren es simplemente imposible. Y ya no solo hablamos de dentro de España, ya que hay mucha gente para la que volver a casa significa atravesar varios países o un gran océano. Si este es tu caso, y aún te sientes responsable de tu huella medioambiental, debes saber que hay varias maneras de mitigarla, como la compensación de emisiones de carbono. El avión es tu aliado, no tu enemigo, ¡trátalo como tal!

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