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octubre, viernes 4, 2024

¿Qué provocó el accidente aéreo en Brasil? CENIPA sitúa las condiciones climáticas en el centro de la investigación

Aunque aún no se han determinado todas las causas del siniestro, la formación de hielo en el fuselaje parece ser un factor clave.

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Claudia C./Aviación Digital, Sp.- El pasado 9 de agosto de 2024, Brasil fue sacudido por la trágica noticia de un accidente aéreo que cobró la vida de 62 personas. El avión, un bimotor ATR 72-500 de la aerolínea Voepass, se estrelló en la ciudad de Vinhedo, en el estado de São Paulo, a pocos kilómetros de su destino final, el aeropuerto de Guarulhos.

Los detalles de lo ocurrido han capturado la atención no solo de los medios de comunicación, sino también de expertos en aviación, quienes buscan respuestas ante esta tragedia.

A pesar de que las causas del accidente aún no han sido confirmadas de manera concluyente, el informe preliminar del Centro de Investigación y Prevención de Accidentes Aeronáuticos (CENIPA) ha revelado algunos datos inquietantes que sugieren una posible acumulación de hielo en el fuselaje del avión. En este artículo se aborda lo que ocurrió durante ese fatídico vuelo, la importancia del CENIPA en la investigación de accidentes aéreos y los hallazgos preliminares sobre el suceso.

Un vuelo bajo condiciones severas: el accidente del ATR 72-500

El avión accidentado había partido desde la ciudad de Cascavel, en el estado de Paraná, con destino a São Paulo. A bordo se encontraban 58 pasajeros y 4 tripulantes. Según el informe preliminar del CENIPA, el vuelo transcurrió de manera normal hasta las 13:20, hora de Brasilia. Sin embargo, un minuto después, a las 13:21, la aeronave dejó de responder a las comunicaciones del Control de Aproximación de São Paulo. Lo que sucedió después fue una sucesión de eventos trágicos que culminaron en la colisión del avión con el terreno a las 13:22, en una zona residencial.

A pesar de que el avión se estrelló en un área habitada, no hubo víctimas en tierra, ya que el aparato cayó en los patios traseros de varias viviendas sin causar daños significativos a las estructuras.

Los pilotos enfrentaron condiciones meteorológicas difíciles desde el inicio del vuelo. Los servicios meteorológicos habían alertado sobre la alta probabilidad de formación de hielo entre los 12,000 y 20,000 pies de altitud, lo que coincidía con la altura de vuelo del avión, que se mantuvo a 17,000 pies. Estas condiciones, que combinaban temperaturas bajo cero con alta humedad, son propicias para la acumulación de hielo en el fuselaje de las aeronaves, lo que puede comprometer su estabilidad y maniobrabilidad.

CENIPA: El organismo detrás de la investigación

El Centro de Investigación y Prevención de Accidentes Aeronáuticos, conocido como CENIPA por sus siglas en portugués, es una entidad clave en Brasil en lo que respecta a la investigación de accidentes e incidentes aéreos. Fundado en 1971, CENIPA es una división de la Fuerza Aérea Brasileña (FAB) con sede en Brasilia, cuyo mandato es investigar todos los accidentes aéreos ocurridos en el país y emitir recomendaciones para mejorar la seguridad de los vuelos.

La misión de CENIPA no es determinar culpabilidad, sino identificar factores que contribuyen a los accidentes para prevenir futuros incidentes similares. Según el Decreto nº 5.196 de 2004, el organismo está facultado para realizar investigaciones exhaustivas que involucran aspectos técnicos, operacionales y humanos, utilizando equipos multidisciplinarios que incluyen expertos en áreas como meteorología, control de tránsito aéreo, ingeniería aeronáutica, entre otros.

En el caso del accidente de Voepass, el equipo de CENIPA ha estado trabajando arduamente para analizar los datos recopilados de las cajas negras del avión, así como las condiciones atmosféricas y los sistemas de la aeronave, con el objetivo de esclarecer las causas de la tragedia.

El informe preliminar: ¿Fue el hielo la causa del accidente?

El informe preliminar de CENIPA, publicado el 6 de septiembre de 2024, ofrece algunos detalles cruciales sobre lo que pudo haber sucedido durante el vuelo. De acuerdo con el análisis inicial, la aeronave voló durante aproximadamente una hora bajo condiciones severas de formación de hielo, y los pilotos encendieron al menos tres veces el sistema antihielo para evitar la acumulación en el fuselaje. Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos, el avión perdió el control minutos antes de estrellarse.

Uno de los momentos más alarmantes registrados en las cajas negras fue la conversación entre los pilotos, donde se menciona la presencia de «bastante hielo» en el fuselaje, apenas dos minutos antes del accidente. También hubo comentarios sobre una posible falla en el sistema de deshielo, aunque esta información no ha sido confirmada en los datos técnicos extraídos del avión.

El análisis de los movimientos de la aeronave durante los últimos instantes del vuelo reveló que el avión realizó varias maniobras bruscas antes de entrar en barrena y estrellarse. Los investigadores aún no han determinado si estas maniobras fueron intentos de los pilotos por recuperar el control o si fueron el resultado de la inestabilidad de la aeronave.

Además, CENIPA ha revelado recientemente una simulación detallada del accidente del vuelo Voepass en Vinhedo.

La importancia de la formación de hielo en la aviación

La acumulación de hielo es uno de los mayores peligros para los aviones que vuelan en condiciones meteorológicas adversas. El hielo puede formarse en las alas, el fuselaje y otras superficies de la aeronave, lo que aumenta su peso y disminuye su capacidad aerodinámica. Además, el hielo puede bloquear sensores vitales, como los tubos Pitot, que miden la velocidad del aire, lo que lleva a lecturas incorrectas que pueden confundir a los pilotos.

Aunque el ATR 72-500 estaba certificado para volar en condiciones de hielo, y la tripulación había recibido entrenamiento específico para manejar tales situaciones, el informe preliminar sugiere que las condiciones durante el vuelo del 9 de agosto fueron especialmente severas. Esto plantea la posibilidad de que el sistema antihielo no haya sido capaz de mantener la acumulación bajo control.

La investigación continúa

Aunque el informe preliminar de CENIPA ofrece algunos indicios sobre lo que pudo haber ocurrido, los investigadores aún deben analizar más datos antes de llegar a conclusiones definitivas. Como señaló el brigadier general Marcelo Moreno, jefe de CENIPA, «por la complejidad de la investigación, tenemos que agotar todas las demás hipótesis». Esto significa que aún queda trabajo por hacer para determinar si la acumulación de hielo fue, en efecto, la causa principal del accidente, o si hubo otros factores involucrados.

Mientras tanto, CENIPA continuará su labor de recolección de datos y análisis, con el objetivo de emitir un informe final en los próximos meses. Este informe incluirá recomendaciones de seguridad que podrían ayudar a evitar que tragedias como esta vuelvan a ocurrir.

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