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septiembre, viernes 20, 2024

Primeros vuelos de una aerolínea extranjera a Libia en siete años

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Atalayar/ Meryem Hafidi. TunisAir, que había sido la última compañía aérea extranjera en dejar de volar a Libia en 2014, se ha convertido en la primera en reanudar sus operaciones en el país norteafricano. La aerolínea nacional tunecina TunisAir anunció el 18 de mayo que había reanudado los vuelos a Libia, convirtiéndose en la primera compañía aérea internacional que presta servicio en el país desde agosto de 2014. Dos aviones aterrizaron el lunes en la capital, Trípoli, y en Bengasi, en el este de Libia, donde los bomberos libios lo celebraron rociándolos con agua, según el departamento de comunicación de TunisAir.

TunisAir, que había sido la última compañía aérea extranjera en dejar de volar a la vecina Libia en agosto de 2014, se ha convertido en la primera en reanudar sus operaciones en Libia. Hasta entonces, sólo las compañías aéreas libias operaban vuelos internacionales, con destino a Túnez, Estambul y Alejandría, pero no tienen acceso al espacio aéreo europeo.

TunisAir ha estado operando cinco vuelos semanales desde Túnez, tres a la capital Trípoli y dos a Bengasi desde el 17 de mayo, dijo TunisAir en un comunicado. El objetivo es relanzar los vuelos diarios en los próximos meses, como antes del conflicto en 2011, dijo la misma fuente.

Tras una década de fracasos para sacar a Libia del conflicto, la formación de un nuevo Gobierno de Unidad a principios de este año ha suscitado cierto optimismo en cuanto a la mejora de la seguridad y la estabilidad política. El Gobierno del primer ministro por Abdul Hamid Dbeiba es el encargado de consolidar las instituciones libias y dirigir el país hacia unas elecciones cruciales, aunque el resurgimiento de las divisiones podría poner en peligro su celebración el 24 de diciembre.

Tras el respaldo del Parlamento de Libia al nuevo Gobierno de Transición encabezado por Abdul Hamid Dbeiba, se producen los primeros acercamientos de sus países vecinos. El apoyo de Túnez al nuevo Ejecutivo de Libia fue votado por los representantes tunecinos y obtuvo 132 votos a favor de los 133 diputados presentes en la asamblea. Tras la votación, se acordó el viaje de Saied, que se convirtió el pasado 17 de marzo en el primer presidente de Túnez en pisar suelo libio en los últimos nueve años. Y es que desde el país liderado por Kais Saied consideran Libia uno de sus más fuertes aliados con visión de futuro.

El presidente Saied no ha protagonizado demasiados encuentros con países extranjeros desde que asumiera el cargo hace año y medio, en octubre de 2019. Tan sólo dos salidas, Francia y Argelia, lo que hace pensar que pueda tener ciertos intereses en territorio de Libia. De hecho, diversas fuentes apuntan que desde Túnez pretenden fortalecer su papel en la escena política y paliar las consecuencias de su pobre acción diplomática en territorio libio. Más aún cuando la acción de las potencias regionales se ha intensificado en los últimos tiempos, lo que ha propiciado que desde Túnez sitúen las relaciones con el Gobierno interino de Dbeiba entre las más destacadas prioridades.

La visita se produjo después de la caída de las exportaciones entre los dos países en un 50% y el desempleo de 300.000 tunecinos al desempleo desde 2011 tras trabajar en el mercado libio. Según los informes del Fondo Monetario Internacional (FMI), el 70% de las diversas exportaciones comerciales tunecinas son absorbidas por el mercado libio. 

Los estrechos lazos económicos e históricos entre Libia y Túnez se han resentido durante el conflicto, pero Túnez sigue siendo un destino importante para las vacaciones libias y el turismo médico. Las rutas a Libia son de las más rentables para TunisAir, cuyas profundas dificultades financieras se han visto acentuadas por la pandemia.

La guerra libia afectó al movimiento de producción en Túnez ya que no encontraba una alternativa a los problemas de cierre de las fronteras entre los dos países. Además de la imposibilidad de utilizar los puertos marítimos libios que se habían utilizado durante la guerra. 

Mientras tanto, la sociedad libia, pese a contar con una importante reserva de petróleo, ha tenido que sufrir la devastación de años de guerra, viéndose abocados a sufrir grandes problemas de abastecimiento, cortes en el suministro eléctrico y en el transporte y una continua degradación de la situación económica en la que vivían.

Los informes del Banco Mundial también confirman que Libia es históricamente el quinto socio económico más fuerte de Túnez, con transacciones comerciales anuales que superen los 3 mil millones de dólares. 

Túnez se enfrenta a una fuerte crisis económica agravada por la pandemia de la COVID-19. El Fondo Monetario Internacional (FMI) ya ha pedido al país africano que lleve a cabo reformas económicas para reducir los déficits fiscales y la gran deuda del sector público, entre otras cosas recortando la masa salarial, las subvenciones y las transferencias a las empresas estatales. 

La economía tunecina se enfrenta a dificultades desde la revolución de 2011, y las repercusiones de las medidas sanitarias derivadas de la pandemia han agravado aún más la situación financiera de las empresas privadas y gubernamentales.

Según las previsiones del FMI, la economía tunecina crecerá este año un 3,8% aunque el Ministerio de Finanzas calcula que la pandemia del coronavirus ha costado al Estado cerca 1.600 millones de euros– 4,7% del PIB- a lo que se suma una deuda pública que ha batido su récord, 30.000 millones de euros.

SourceAtalayar
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