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abril, sábado 27, 2024

Spanair: Vuestro modelo ha quebrado, y estas son las consecuencias

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La burbuja aeronáutica española, tambien ha explotado. El caso de Spanair supone un punto de inflexión, que quizás no hayan todavía valorado los dirigentes de la patria. Supone un peligro real de descomposición total de un sector productivo fundamental para alimentar una de las pocas industrias que mantienen en pie este conglomerado, el turismo.
Hacer de un país, un país lowcost, pasa exclusivamente por permitirlo desde arriba, desde donde se legisla, se fiscaliza y se gobierna. Spanair ha sucumbido tanto a la ultraliberalidad consentida por los gobiernos, como por un entramado de legislación laboral, que ha permitido la operación desleal de competidores que juegan en el mercado nacional con las cartas marcadas. El caso Ryanair es la demostración de cómo amparandose en la debilidad de este sistema, permisivo, y poco claro, la competencia desleal es capaz de ir acabando uno a uno con los activos aerocomerciales de la nación. España es ya un rehén de Ryanair. Y la solución es mala, y sobre todo es tardía ya.
El turismo y la exportación son los dos pequeños motores que todavía subsisten a la destrucción total del tejido laboral en España a gran escala. El turismo depende de las vitaminas que le aportan el sector aerocomercial, y normalmente, dentro del marco de la UE, los Estados, se han protegido de la irrupción de algunas compañías, que pretendían operar fuera de norma, fiscal fundamentalmente.
Aquí, amén de fomentar estas compañías cancerígenas mediante subvenciones ombliguistas de las comunidades autónomas, se les ha permitido contratar tripulaciones mediante sistemas de la ingeniería financiera, y con una fiscalidad que no aporta absolutamente nada a la riqueza nacional. Lo que aporta son viajeros. Pero en el balance tiene como resultado la destrucción de todo el sector, y probablemente no compense esta aportación lowcost.
Ryanair creen que es el ejemplo a seguir para las pocas empresas que quedan aún en nuestro país en el sector. Iberia de IAG sin ir más lejos. Pero desde hace ya dos años lo que realmente se ha estado destruyendo ha sido todo el modelo que antes conocíamos. Los distintos colectivos han ido sufriendo el embite despiadado de operadores muy próximos a nuestra administración aeronáutica, que han visto el cielo abierto con este metastásico nuevo modelo. La destrucción de los teóricos privilegios de nuestros profesionales, era la antesala del cierre de compañías, y de la desaparición de toda esta industria. ¿Qué nos queda ahora Sra.Pastor?, aparte de descapitalizar el país de profesionales cualificados.
Cerrabamos ayer esta Redacción con la noticia de la reunión a celebrarse hoy entre las tripulaciones de Spanair y representantes de la compañía Ryanair. A nadie se le puede pedir un sacrificio altruista cuando ha sido traicionado por su país. Pero puede suponer el capitulo final, la defunción de todo un sector ante un nuevo modelo, que ya huele a rancio.

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