Aviacióndigital, Sp.- El sorteo de la ONCE ha querido homenajear al inventor español del autogiro, Juan de la Cierva, conmemorando, de esta forma, el centenario del primer vuelo oficial del autogiro, fechado el 17 de enero del año 1923.
Según ha explicado a Onda Regional el delegado territorial de la ONCE, Juan Carlos Morejón, un total del 19.200 vendedores del cupón repartirán miles de boletos con la imagen del murciano, cien años después de que inventase uno de los hitos más revolucionarios de la aviación, que pasaría a ser el precursor del actual helicóptero.
Por esta razón, el nieto de Juan de la Cierva y también consejero de Fomento, José Ramón Díez de Revenga, ha presentado el cupón conmemorativo en un acto en el que ha querido homenajear «la figura de este gran ingeniero murciano, cuya nueva forma de volar revolucionó la aeronáutica mundial y su indiscutible legado científico».
Afirmó que, desde el Ejecutivo regional, «solicitamos a la ONCE este homenaje para conmemorar el centenario de este importante desarrollo tecnológico, pero también para poner en valor el legado científico que nos dejó Juan de la Cierva, conocido mundialmente por hacer volar un avión en vertical gracias a su teoría revolucionaria del ala rotatoria, calificado por los historiadores como gran ejemplo de la aplicación de la ciencia en beneficio de toda la humanidad».
La controversia de la ley de la memoria histórica
Este reconocimiento en el sorteo de la ONCE es en sí mismo un acontecimiento importante por lo que representa. A pesar de que la figura de Juan de la Cierva ha sido identificada por ciertos ámbitos sociales y políticos como una personalidad asociada al franquismo, lo cierto es que este investigador es reconocido por ser el inventor del autogiro y no por sus afinidades políticas. Por ello, la ONCE ha querido apostar por su reconocimiento como persona que contribuyó de forma muy significativa a la aeronáutica, imponiéndose la razón y los hechos a la ideología.
De hecho Juan de la Cierva, fallecido en 1936 a la edad de los 41 años, sufrió un accidente aéreo en Londres (lugar en el que vivía) en un vuelo regular de un Douglas DC-2 de KLM que se dirigía a Amsterdam. La aeronave estaba pilotada por el austrohúngaro Ludwig Hautzmayer, antiguo aviador que participó en la I Guerra Mundial.