Florencia Amat / Aviación Digital, Sp. – Cada vez son más las aerolíneas que se suman a la moda de cobrar un extra por llevar una maleta de mano. La más conocida es Ryanair, la aerolínea europea low cost por excelencia que parece que justifica sus bajos precios por los diferentes añadidos que nos vamos encontrando a medida que avanzamos por su web para pagar. Al tener que pagar por cada vez más cosas, nos asaltan más y más dudas. ¿Es legal esta práctica?
Las autoridades judiciales nos dicen que no, no lo es. Según la Ley de Navegación Aérea, las aerolíneas deberían incluir el equipaje de mano de forma gratuita dentro de avión. Concretamente, lo podemos ver en el artículo noventa y siete de la Ley 48/1960: “El transportista estará obligado a transportar juntamente con los viajeros, y dentro del precio del billete, el equipaje con los límites de peso, independientemente del número de bultos, y volumen que fijen los Reglamentos”. Además, “el transportista estará obligado a transportar de forma gratuita en cabina, como equipaje de mano, los objetos y bultos que el viajero lleve consigo, incluidos los artículos adquiridos en las tiendas situadas en los aeropuertos”.
El equipaje de mano, por lo general, puede estar compuesto de dos bultos: uno más pequeño (como podría ser un bolso o una mochila pequeña) y otro un poco más grande, donde incluiríamos las famosas maletas de mano. Esta última no podrá pasarse de 56 x 35 x 20 cm, salvo excepciones de la compañía. Estas medidas son recomendaciones publicadas por IATA, las cuales siguen la mayoría de empresas de vuelo. La verdad es que no hay una medida estandarizada para todas las aerolíneas y cada una puede elegir más o menos los parámetros a seguir, todo esto respetando el límite de 10 kg por maleta.
Ahora bien, ¿qué pasa con las aerolíneas low cost que solo permiten viajar -sin coste adicional- con una mochila que quepa debajo del asiento delantero? En teoría, según la Ley de Navegación Aérea, las maletas de mano deben ser “transportadas gratuitamente junto al viajero”. Empresas como Ryanair, Wizz Air, Easyjet o Vueling exigen un suplemento para poder subir tu maleta de mano a bordo.
Muchas quejas, pocas respuestas
Estas aerolíneas cobran por facturar el equipaje de mano porque saben que, en caso de que alguien se queje, tienen todas las de ganar. Y ya no ganar ante una demanda: probablemente, si quisieras denunciar a la compañía por saltarse la ley, acabarías ganando. El tema está en que las pérdidas monetarias frente a estas demandas son irrisorias. A fin de cuentas, el porcentaje de personas que no denuncia es mucho mayor al que sí lo hace.
Ante estas situaciones, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ya emitió una nota de prensa este agosto volviendo a denunciar esta mala praxis. En ella queda anotado cómo esta práctica abusiva fue rechazada por el juzgado de lo Mercantil número 1 de Madrid, por Sentencia de 17 de junio de 2022. Esto no es nada nuevo: la política del equipaje de mano ya fue rechazada hace un par de años por el juzgado de lo Mercantil número 13.
La cláusula en la que se obliga a pagar un suplemento a los clientes para su maleta de mano si no compran un billete de embarque prioritario es “abusiva y atenta contra los derechos de los consumidores”.
Todas estas situaciones han sido denunciadas ante la Agencia Española de Seguridad Aérea (AESA), pero nunca se ha llegado a una conclusión clara. Las aerolíneas, por su parte, se escudan en el Reglamento CE 1008/2008 del 24 de septiembre, en el que se habla del liberalismo de los precios en el sector del transporte. Sin embargo, la sentencia ya consideró equipaje de mano a las maletas de hasta 10 kg (y no solo a los bolsos que quepan debajo del asiento), por lo que estas están amparadas bajo la Ley de Navegación Aérea.
¿Qué podemos hacer?
Frente a esta desesperante situación, la OCU insta a que los clientes denuncien ante las aerolíneas estas prácticas abusivas. Profesionales recomiendan primero pagar el sobrecoste que supondría transportar la maleta de mano en cabina, y después ya reclamar. Al existir ya sentencias amparando a los consumidores, por lo general el denunciante debería ganar la querella.
No obstante, como hemos dicho antes, las que siguen ganando son las aerolíneas, al menos de momento. Puede que sea hora de comenzar una campaña de quejas colectivas para ser escuchados. A lo mejor así, las compañías podrán empezar a tomar a sus clientes, más en serio.