Miguel Gutiérrez / Aviación Digital, Sp. – La Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) volverá a investigar a Boeing por posibles irregularidades en las anteriores inspecciones de la aeronave 787 Dreamliner. La FAA estudia la posibilidad de que los empleados del gigante norteamericano falsificaran los registros.
Boeing ha notificado a la FAA que las inspecciones de la unión de las alas con el cuerpo de la aeronave podrían haber sido incompletas. Estas irregularidades significarán la interrupción de la producción aunque no suponen un riesgo para la seguridad. El fabricante asegura que se están corrigiendo los fallos y depurando responsabilidades por lo ocurrido. La inspección previa de la FAA a Boeing y a su proveedor Spirit Aerosystems les dejó muy mal parados con decenas de pruebas que no fueron superadas.
Una piedra más en el tejado de Boeing
Las novedades relacionadas con la compañía no hacen más que minar su reputación. Los problemas de seguridad de Boeing se han traducido ya en grandes pérdidas económicas para la empresa que ve cómo su principal competidor, Airbus, le saca una amplia ventaja. El fabricante europeo produce más y obtiene mejores resultados al haber sido capaz de hacer frente a una mayor demanda.
Las denuncias se tradujeron en investigaciones no solo por parte de la FAA, también del Departamento de Justicia de Estados Unidos, del Fiscal General de Texas e incluso del Senado norteamericano que citó a otros tres denunciantes.
La suma de todas estas polémicas sitúa a Boeing en una grave crisis que ya ha provocado la dimisión de la actual directiva que dejará el cargo a finales de año. Sin embargo, el futuro del fabricante es incierto puesto que no queda claro que sea capaz de solventar todos sus problemas que se amontonan semana tras semana.