Florencia Amat / Aviación Digital, Sp. – Las catástrofes naturales tienen consecuencias devastadoras en el entorno, así como en muchos sectores laborales. En el terreno aéreo no es para menos: los incendios o temporales, por poner ejemplos rápidos, dificultan mucho la correcta actividad de las aeronaves.
Las erupciones volcánicas no pasan todos los días, pero las posibilidades de que ocurra alguna en España existen – véase el caso de La Palma. Por eso, el Mitma ha firmado junto a diferentes entidades del país un protocolo de organización y actuación ante un caso de crisis por cenizas volcánicas.
Además del Ministerio de Transportes, en la firma se incluyen AEMET, el Ejército del Aire y del Espacio, Aena, AESA, ENAIRE y el Instituto Geográfico Nacional. Como recuerda el Mitma, este protocolo se crea en vistas a «garantizar la máxima seguridad de las operaciones aéreas», sabiendo que en estos casos cada minuto vale oro y se debe actuar con rapidez, todo sin olvidar la prioridad número uno de cualquier operación: la seguridad.
Las partículas de ceniza pueden dañar los motores de las aeronaves, lo que obliga a cancelar los vuelos o redirigir las rutas para evitar áreas afectadas por la nube de cenizas volcánicas. Ni que decir tiene la falta de visibilidad que estas producen, impidiendo realizar un vuelo con las condiciones de seguridad óptimas necesarias.
Ya en 2013, se aprobó un Plan Estatal de Protección Civil ante el Riesgo Volcánico, en el que venía descrito un Plan de contingencia aeronáutica ante cenizas volcánicas. En él, se «establecen procedimientos y normas de actuación en caso de erupción volcánica en territorio nacional o presencia de cenizas volcánicas en el espacio aéreo de responsabilidad del Estado o áreas geográficas próximas al mismo» y se «proporcionan criterios para la coordinación entre las organizaciones nacionales implicadas en este tipo de fenómenos para garantizar la seguridad de las operaciones aéreas con el menor impacto posible sobre el sistema de transporte aéreo».
Entre los participantes de este Plan de Contingencia, están los Ministerios de Fomento; Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente; Defensa; Industria, Energía y Turismo; e Interior; así como el Departamento de Seguridad Nacional. Por eso, la firma de este protocolo de actuación entre el resto de actores de la cadena del valor del sector aéreo es tan relevante hoy día: permitirá informar velozmente a los usuarios del espacio aéreo acerca de las medidas y restricciones que se tomarán.